jueves, 29 de agosto de 2024

08512-325.ALICANTE: Institución Ferial Alicantina: Exposición Inmersiva Van Gogh

DOCUMENTO ANTERIOR
08435 (03.08.2024 - Universidades de Alicante y Elche
                                    Estudios de Medicina)

DOCUMENTO POSTERIOR


      La Institución Ferial Alicantina (IFA) expone en Alicante la EXPOSICIÓN INMERSIVA VAN GOGH en parte de sus instalaciones. Cómodo Centón ha pagado sobre unos 12,00 euros, lo que está bien considerando que la cultura ha de ser pagada y, en ningún caso, ha de ser gratuita. Más una cosa es pagar 12,00 euros y otra distinta es una ESTAFA. 

     La entrada estaba prevista para las 19,30 horas, y Cómodo se puso en cola rodeado de aficionados que compraban su entrada en taquilla. Observaba Cómodo que por una puerta salían cuatro personas de la exposición y que por otra puerta entraban cuatro personas a la exposición, lo que le llevó a Cómodo a la primera conclusión, es decir, en el interior de la exposición debía de haber gente que podría llevar dentro unas dos horas. 

     Una vez dentro vio Cómodo un panel con la vida y obra de Don Vicente, así como copias de algunos de sus cuadros, empezando por la "calavera"; en esa primera sala NO cabía más gente porque imposible era que cupiese más gente, de modo que leer era un imposible y ver los cuadros un doble imposible.

     "Esto es una tomadura de pelo" pensó Cómodo Centón.

     "Quién quiera conocer la vida de Don Vicente puede acudir a una enciclopedia" se dijo Cómodo.

      Tras una tela, se pasaba a una segunda sala o pasillo donde se exponía el único cuadro que Don Vicente vendió en vida, acompañado del cuadro de Don Vicente más caro vendido, bajo el cual aparecían como unos horrorosos lingotes de oro que no sabe Cómodo Centón de qué ocurrente mente ha salido, todo entre paredes negras con colores infantiles que conducían a una tercera sala iluminada con una constante de colores impresentables y, si cabe, más infantiles, con un mamotreto en su centro, y que los aficionados aprovechaban para hacerse fotografías. 

       Sin embargo, lo peor estaba por llegar; una última sala, repleta de cuerpos humanos, unos de píes, otros sentados y otros tumbados, al son de una música, que recordaba "La Casa de la Pradera", se presentaban como en éxtasis contemplativa, mientras por las paredes corrían diversos cuadros de Don Vicente, como a toda velocidad y que impedían su debida observación, generando como un mareo a Cómodo Centón que pensó "esto es una tomadura de pelo". 

       Ante todo lo dicho, admiró Cómodo el profundo sentimiento de los espectadores, el afloramiento de los profundos sentidos humanos, el silencio sagrado de la sala, un generalizado estado placentero de la masa humana envuelto en un misticismo embelesado, como producido por una droga que, inmersivamente, se había instalado en las mentes de los presentes, mostrando la parte más embobada de los mismos. 

      "¿Qué están viendo?" se preguntó Cómodo, "¿acaso una muestra de colorines?"

      Y a la carrera abandono Cómodo dicha tomadura de pelo. Y una vez fuera, escuchó "¡qué bonito!"

      ¡Lástima!; Don Vicente es mucho más que una estafa de colorines.

No hay comentarios:

Publicar un comentario