domingo, 27 de agosto de 2023

07669-131.SUPREMACISMO FEMINISTA: De los clubes desiguales o de las falsas mujeres

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07573 (20.06.2023 - 275.TODAS LAS LEYES MIENTEN
                                  ¿Qué violencia existe?)
07593 (02.07.2023 - 130.SUPREMACISMO FEMINISTA
                                    02.Violencia y tipos de violencia
                                          Asesinatos en España en 2022)

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07712 (21.09.2023 - De su cobardía)


       Una de las características esenciales de las supremacistas feministas es que quieren la igualdad mediante la desigualdad; al ser incapaces de ser cada por sí misma, se agrupan en sociedades de animales para parecer personas, ya que en el fuero interno de su pequeñez creen que existe la diferencia entre hombres y mujeres. 

      Para autoafirmarse se reúnen en clubes de maldad desigual, donde rechazan a otras personas por la sola realidad de portar un pene entre sus piernas. Son volatineras que se alzan por los aires haciendo cabriolas, más, cuando caen al suelo, huyen de las guerras que no les permite estar hermosas, y llenan de mierda el concepto de persona. Son viejas serpientes que inoculan veneno a la mujer verdadera, porque una mujer verdadera rechaza a la mujer y se llama persona. 

     En sus rostros, llenos de potingues, portan el odio de su desesperación, y cuando tienen el poder en sus manos crean la inquisición, trocean al hombre y lo queman, se lo comen y lo expulsan por el culo convertidos en feministos, llamándoles hijo mío, propiedad de mis entrañas, chupa de mis ponzoñosas tetas.

     En esos clubes de la desigualdad se autonutren de sus miserias y crean la doctrina de la mentira, repitiendo los mismos parámetros machistas contra los que luchan, de modo que, si pudieran, traficarán con hombres en barcos esclavistas.

     Son la morralla de la naturaleza, seres que respiran vilezas, animales a dos patas que apiolan a la mujer verdadera, porque una mujer verdadera rechaza a la mujer y se llama persona. 

      ¡Hombres!, tratad con ellas y, como cuervas, os sacarán los ojos, se comerán vuestra lengua, jugaran con vuestro pene y os convencerán de ser sus hijos, pequeños seres llenos de vergüenza que terminaran cortándose el pene y suplicaran tener un coño entre sus piernas.

     Yo os exhorto, personas, a que halléis a la mujer verdadera, la que rechaza a la mujer y se llama persona. 

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