martes, 2 de mayo de 2023

07498-121.AFRICA: 09.Sudán del Norte: 09.Guerras olvidadas: 01.Capítulos VI y VII de la Carta de Naciones Unidas.

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07473 (18.04.2023 - 08. Sudán del Norte: Guerra Civil
                                  08.Guerras olvidadas)

DOCUMENTO POSTERIOR
07642 (09.08.2023 - 01.Niger: 01.Golpe de Estado)
08239 (09.05.2024 - 10.Sudán: 20.Guerras Olvidadas
                                       Continúa el genocidio)


      SUDÁN DEL NORTE empezó a arder el quince de abril y sigue ardiendo en una guerra de guerrillas urbanas por el control de los centros de poder. Dos hombres se disputan ese poder y en su decisión está el uso de la guerra para erigirse en el NUEVO DICTADOR; no importa la destrucción, ni importan las muertes, ni los que sufren del hambre y de la sed, solo importa alcanzar los centros de poder para poder mandar y tener a quien mandar.

     Toda GUERRA se inicia porque alguien toma la decisión de iniciarla y los demás hacen suya la decisión tomada, ya que toda guerra defiende los derechos propios y busca destruir los derechos ajenos, nos dice Cómodo Centón en su texto "¿quién manda en el mundo?".

    El general jefe del ejército Abdel Fatah al Burhan y el general Mohamed Hamdan Daglo de las Fuerzas de Apoyo Rápido, han tomado la decisión y sus secuaces han hecho suya la decisión, y como quiérase que ninguno de los dos tiene la capacidad de victoria en campo abierto, se han refugiado tras las faldas y los pantalones de aquellas mujeres y hombres que solo son carne de cañón, convirtiendo una guerra entre dos en una mezcla de guerra de guerrillas y guerra sucia donde lo único que tiene valor es la muerte ajena.

       Poco importa a Naciones Unidas ni a su Consejo de Seguridad lo que acontece en Sudán del Norte, y apenas nada importa al resto de los seres humanos. Sí esta guerra importase, no cabe duda que una Fuerza Internacional ya estaría sobre el terreno de Sudán del Norte imponiendo, por la fuerza de las armas, la paz. Pero, en realidad, ¿a quién le importa?

       Si realmente hubiese un interés, bastaría con poner en marcha los capítulos VI y VII de la Carta de Naciones Unidas.

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