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01.¿Quién manda en la calle?)
Cómodo Centón, en su texto ¿QUIÉN MANDA EN EL MUNDO? expone conceptos básicos de poder y dominio en el SIGLO XXI
En cuanto a las ORGANIZACIONES DE MANDO son el reasultado de la sucesión de grupos humanos formados en el siglo XX, especialmente en su segunda mitad y con diversos objetivos contrapuestos; por una parte, occidente y el mundo comunista, por otra parte, los formados como resultado de la descolonización masiva y la nueva fuente masiva de energía del petróleo, así como entorno a los diversos continentes. A tal nueva configuración la llama Cómodo Centón como la EDAD DE LOS GRUPOS, la cual supera a la Edad Contemporánea, vigente hasta este momento.
Se podría decir que la ONU ha podido evitar algún que otro conflicto menor en las naciones pequeñas, y se podría decir que merced a la ONU el mundo no ha celebrado un tercer festival de guerra mundial
La Tierra sigue llena de antidemócratas, asesinos, corruptos, delincuentes, traficantes, dictadores, miseria, pobreza, hambre, persecuciones y otras tantas cosas más que contribuyen a la maldad humana sobre el medio ambiente y las personas
La ONU es una organización ANTIDEMOCRÁTICA que responde a dos realidades evidentes; por una parte, acepta entre sus miembros a dictaduras que, por su propio contenido, no están dispuestas a transformarse en pre/democracias. Asimismo, el PODER ES EL CONSEJO DE SEGURIDAD, un órgano de dominio para unos y sumisión para otros, cuyas resoluciones siempre son contra los débiles, ya que las resoluciones contra los fuertes no existen.
En el siglo XXI lo anterior permanece, solo que ahora se construye en REGIONES INTERNACIONALES, las cuales, a su vez, construyen MARCAS TERRITORIALES, en la misma vía que se hizo en épocas anteriores, entre dichas regiones conteniendo dos líneas fronterizas, y, además, se construyen fuera del marco común fronterizo entre las mencionadas regiones.
Sí la marca es de dos líneas fronterizas, el conflicto se eleva a la categoría superior de conflicto, y el conflicto no es bélico, pero si son exteriores, el conflicto es bélico. Así, en el siglo XXI las metrópolis no quieren guerras en sus fronteras, sino que las quieren más allá de sus fronteras.
Si la guerra es en una marca de doble frontera, las metrópolis se desgastan en riqueza y en población, pero si acontece la guerra en marcas externas, las metrópolis aumentan su riqueza y no sufren desgaste humano interno.
EUROPA ha mandado en el mundo durante 400 años por medio de los imperios español, francés e inglés, en los últimos 100 años se ha impuesto el mando de USA, y en este reciente siglo XXI en el mundo mandar, lo que se dice mandar, nadie manda. Se sostiene una impronta regresiva de USA y un aparente emerger de China y otros, pero éstos últimos tienen en sus esencias graves carencias sociales y bolsas de miseria que les impiden avanzar en esto del "mandar", salvo que una tercera guerra mundial le favorezcan con la victoria e impongan un sistema dictatorial pleno.
Frente a los EMERGENTES puede USA defenderse económica y militarmente, pero frente a ellos Europa se presenta ampliamente debilitada por ese FETO que es Europa. En esto reside la incapacidad de los europeos, en que no existen sino como mediocres y débiles nacionalistas,
CHINA Y RUSIA comparten unas mismas características; hay tantos rusos y tantos chinos, que por muchos rusos y chinos que mueran siempre quedaran rusos y, sobre todo, chinos, ya que los chinos son interminables; ambos tienen recursos naturales en abundancia; ambos disponen de tecnología actualizada; ambos contienen enormes bolsas de pobreza; ambos contienen a pueblos que no han conocido la pre/democracia en su vida y existencia; ambos pueblos viven torturados y amenazados por sus jefes; ambos disponen de campos de concentración nazis/comunistas; ambos son odiados por un porcentaje muy elevado de pueblos y naciones/estados; ambos no son de fiar.
En el proceso histórico en el cual pensamos que Europa mandó en el mundo, en realidad mandó primero España, después aparentemente mandó Francia y, finalmente, mandó Gran Bretaña, y entre los periodos que permitieron los cambios del mandar, mandaron las guerras de las que emergió el hecho de un nuevo mandar. Pero, como siempre fueron fuerzas europeas las que mandaron, da la sensación y se obtiene la percepción que Europa mandó en el mundo.
Europa sigue fallando en diversos esenciales conceptos. No existe una lengua común porque las lenguas históricas de sus distintos pueblos son barreras infranqueables que impiden la caída de los muros europeos; nadie está dispuesto a perder su lengua. Tal hecho se acrecienta si añadimos que más allá de las naciones, hay regiones con lenguas propias cuya finalidad esencial es imponer la lengua propia. Que nadie lo dude, una nación, para serlo, precisa de una lengua única que aúne el pensar y los pensamientos, y en Europa no hay europeos porque no hay una lengua única, siendo imposible que dos se entiendan si cada uno de esos dos habla lengua distinta, pues la lengua es el distintivo primitivo de un pueblo. No existe un nacionalismo común porque al no existir una lengua, no se piensa ni se tienen pensamientos comunes. Europa es una amalgama estructural de ideas enfrentadas como son las creencias, los usos y las costumbres, todo envuelto en un paquete histórico que pesa como una losa, de modo que es la historia el mayor de los enemigos de los europeos, y en cierto sentido lo que está impidiendo que los pobladores de Europa se conviertan en europeos. No existe una idea única de Europa ya que los nacionalismos históricos lo impiden al darse una multitud, casi infinita, de ideas del pasado que condicionan el presente y apiolan el futuro. Los pobladores de Europa carecen de voluntad europea, en ellos es la voluntad su terruño, lo que ven sus ojos, pero no sus mentes, y tal carencia de ver les impide tomar el mando y mandar. Así, las ideas europeas, con ser la más gloriosas de la historia, se muestran pobres en mentes decadentes inmersas en su regionalismo de andar por casa. No existe un destino común, no bulle del emanadero un futuro asentado en un presente, sino el arrastre de un pasado cargante de sin salidas, que imprime el recordar de lo que se fue y ya no es. En cierto sentido para el europeo, que no existe, solo existe el descanso de lo pretérito, la inacción del presente, la falta de esfuerzo en alcanzar un futuro mancomunado. Cierto es que hay un punto de unión, pero no es un punto de inflexión que determine dos momentos históricos, de lo que se fue y se es frente a lo que hay que ser, ya que los que se unen, por pura apariencia, son estados miembros, pero no naciones.
CHINA está en la otra parte del mundo, en un mundo que no tiene nada que ver ni con Europa ni con la Unión de Estados Unidos, y cuyos lazos con Rusia son meramente fronterizos en su parte oriental y accidentalmente beneficiosos frente a Occidente. A la vista de lo anterior, China es un imperio/cápsula rodeada de enemigos que no se fían ni un ápice de China; así, Corea del Sur, Taiwán, Japón, Filipinas, Vietnam, Indonesia y Australia entre otros.
RUSIA, como China, es un imperio hacia adentro que jamás se ha extendido por el mundo, de ahí que su poder siempre haya sido contra su pueblo, así como contra pueblos limítrofes, de manera que jamás Rusia se ha extendido por el mundo como lo hicieron España e Inglaterra y, posteriormente, de otro modo, Usa, y nunca, salvo un periodo de unos treinta años, haya mandado sobre las marcas territoriales comunistas formadas a lo largo de su frontera occidental y sur en la segunda mitad del siglo XXI. Rusia siempre quiso ser Europa, pero sin dejar de ser Rusia, naciendo fuera de Europa, pero mirando a Europa.
USA no es un verdadero imperio tradicional; surge como único vencedor real de la Segunda Guerra Mundial, iniciándose un nuevo orden mundial llamado FALSO IMPERIO USA, donde la mayor parte del mundo se encontraba destruido y arruinado, o en evidente miseria, menos "uno" al que llamamos USA. El nuevo imperio tiene características propias si lo comparamos con los tradicionales imperios en general, y en especial con los dos últimos grandes de España e Inglaterra, ya que el Imperio Usa no ocupaba extensiones territoriales a la usanza de los imperios tradicionales, sino bases militares y monetarias en sus múltiples colonias. Pero, lo característico del Imperio USA es que se presenta como el IMPERIO DEL DINERO.
El PROBLEMA REAL del siglo XXI no es la posibilidad de una guerra mundial, sino que los problemas de Usa se trasladan, inevitablemente, al resto del mundo. Esta transferencia de los contratiempos e inconvenientes, que produce Usa en sí misma y en cuanto mantenimiento de su supremacía, es la verdadera esencia que condiciona las diversas existencias de las naciones /estado.
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