03656-51.DE LO FEMENINO: El cine

DOCUMENTO ANTERIOR

03600 (11.05.2017 - De héroes a sub-héroas)

DOCUMENTO POSTERIOR
03655 (01.06.2017 - 19.Cambio Climático: Trump El Bárbaro)
03684 (14.06.2017 - Wonder Woman, heroína de pacotilla)

-I-

     Hoy ha visto Cómodo Centón en la televisión a tres mujeres con las uñas como cuchillos, la boca llena de espuma y atacándose entre ellas a imitación de los hombres. La escena tenía lugar en el Parlamento de la Comunidad de Madrid, y las esforzadas mujeres eran la Presidenta del Parlamento, la Presidenta de la Comunidad y la Jefa de la Oposición. Lo cierto es que solo les ha faltado emplear el término más demoníaco de la sociedad del siglo XXI.... machista, que eres una machista.

    Por cierto, Cómodo Centón es un machista y a mucha honra, porque lo peor que puede ser un hombre en este mundo es... feminista.

-II-

   Cómodo Centón, de vez en cuando, acude al cine, y lo hace porque para ver una película es necesario, imprescindible y obligatorio una gran pantalla, una pantalla de dimensiones extras, el silencio en el espacio y la oscuridad por luz. 

    Y lo cierto es que la última vez que fue al cine pudo, Cómodo Centón, observar, acompañado de La Centona, la entrada al cinematógrafo de una manada de señoras. Dióse cuenta El Centón que, era una evidencia, siempre que acudía a la sala de proyección, siempre era mayor el número de mujeres que de hombres, en grupos de tres o cuatro, en ocasiones una mujer sola, aveces en pareja, mientras que los hombres, siempre en minoría, acudían acompañando a sus señoras. 

     Decir, de pasada, que Cómodo prefiere los cines del centro urbano. 

   Llama también la atención de como está evolucionando esto de las películas; cada vez hay más cintas que hablan de mujeres y de sus vidas, o bien de personajes femeninos que siempre han sido masculinos, de forma que siempre observa El Centón como los papeles masculinos tienden a transformarse en papeles femeninos, lo que hace que la mujer esté dejando su condición femenina y adquiriendo, cada vez más, una condición masculina de la realidad, como pudo ver Cómodo, hoy, a tres mujeres diputadas comportándose como hombre en un parlamento.