06730-256.ALICANTE: 02.Torres de la Huerta: 01.Del Pirata Cultural

DOCUMENTO ANTERIOR

05791 (05.05.2020 - 01.Torres de la Huerta

                                       Plácida y Sarrió)

00081 (02.04.2010 - 01.TODAS LAS LEYES MIENTEN

                          01.Expropiación Forzosa: De la Ley)

00086 (10.04.2010 - 02.TODAS LAS LEYES MIENTEN

                                  02.Expropiación Forzosa: Hacía el camino)

00299 (22.09.2010 - 03.TODAS LAS LEYES MIENTEN

                                  01.De la ley en sí misma)

DOCUMENTO POSTERIOR

      Las TORRES DE LA HUERTA se levantaron por sus propietarios en sus fincas para defenderse de los piratas cuando el Estado no defendía a los propietarios de esas fincas, y dichas torres se construyeron a cargo de los bolsillos de los propietarios.

   Pasado el tiempo, y no cumpliendo con su objetivo de origen al desaparecer los piratas, los propietarios ya no precisan de dichas torres y proceden a su abandono.

      Pasado el tiempo, aparecen los PIRATAS CULTURALES o aquellos que no siendo propietarios de las torres ni teniendo que rascarse el bolsillo para mantenerlas en uso cultural, deciden que los propietarios de las torres tienen que rascarse el bolsillo para mantener las torres culturalmente activas. 

      Para lograr su objetivo, el PIRATA CULTURAL redacta una ley que dice que el propietario de la torre tiene la obligación legal de rascarse el bolsillo para beneficios de los piratas culturales. Dicha LEY PIRATA resuelve de dos modos; en primer lugar, mediante multas al propietario de la torre, en segundo lugar, mediante expropiación forzosa. Más, como la segunda opción le cuesta dinero al Pirata Cultural, se opta por la primera opción, que le cuesta dinero al propietario. 

       Dicho de otro modo, el PIRATA CULTURAL es, culturalmente hablando, un sinvergüenza.