martes, 11 de abril de 2023

07469-86.EL VIAJERO MADURO: 02.Bañeres de Mariola (Alicante): Ruta de Los Molinos

DOCUMENTO ANTERIOR
02180 (14.02.2015 - Río Vinalopó, nacimiento)
06898 (09.05.2022 - 01.Relleu-Alicante
                                 Pasarela del Pantano/Presa)

DOCUMENTO POSTERIOR
07481 (21.04.2023 - 01.Guardamar del Segura
                                  Ruta Urbana y Ruta Puerto/Gola
                                  Alicante)


      La RUTA DE LOS MOLINOS es un sendero plácido y asequible para familias con niños, de, aproximadamente, unos mil metros de ida, realizable, si el senderista quiere disfrutarlo, en unos noventa minutos con la vuelta por la misma vía, que cubre un espacio entre el Molino de la Ombría y el Molino del Puente, pasando por el Molino del Sol, siguiendo el cauce del Vinalopó, río que acumula abundante agua en este tramo al circular por un pequeño barranco. Podemos decir que entre La Ombría y El Sol tenemos unos setecientos metros, y otros trescientos metros al Puente. 

        Hay que acceder al punto de entrada, alrededor del kilómetro 14 de la CV.804 entre Biar y Bañeres, estando señalizada, no muy bien, su entrada. Al cabo de unos 500 metros, hay una aduana donde cobran 3,00€ por persona para la totalidad del día, aunque el aduanero puede cobrar 3,00€ por vehículo si la pretensión es la de no acceder a la Zona de Acampada, teniendo que dejar el coche en un aparcamiento, a partir del cual es necesario cargar con los tratos de la acampada. 

     Una pequeña explanada contiene diversos planos de las rutas con una deficiente explicación, partiendo aquí la Ruta de Los Miradores, en tanto un puente sobre el río lleva, a la izquierda, a la zona de acampada, y a la derecha a la Ruta de Los Molinos.

        La ZONA DE ACAMPADA es extensa y se estructura sobre diversos bancales, y contiene una zona recreativa para niños, disponiendo de aseos y un Punto de Información que funciona levemente o a ratos, como es de uso en estos puntos de información turística. 

      Si en la citada explanada se cruza el puente sobre el río, se accede, a la derecha, al Molino de la Ombría, recorriendo un pequeño tramo de unos cincuenta metros, por la margen izquierda, que presenta pequeñas cascadas y lagos, de manera que el agua presenta tanto la alegría del correr como la parsimonia de hallarse entre estancada y fluida, culminando en una poza o balsa que no permite la continuación del camino. Tal primera incursión es importante realizarla por la exuberancia de la vegetación. Llegado a este límite, debemos retroceder y tomar la margen derecha del río si se quiere hacer la ruta hasta el Molino del Sol. 

       Tras algo más de cincuenta metros llegamos a un segundo puente que nos trasladará, de nuevo, a la margen izquierda. Aguas arriba veremos una especie de pequeña presa que conduce por su centro la caída, de apenas un metro, del agua, y a partir de aquí varios desbordes del agua sobre el lecho del río que, evidentemente, no parecen naturales. Nos acompañan sauces, chopos y álamos, así como abundante vegetación que muestra la ausencia de limpieza de las lindes del cauce, de modo que la senda transita sin que exista la posibilidad de poder acceder al agua. En este tramo, de unos doscientos metros, algunos letreros nos hablan de sapos, ranas y serpientes que habitan en el vial de la corriente, pero, que como es de uso ordinario, no veremos.

       Llegamos a un camino carretero que parte, a la derecha, de la CV.804 y que da acceso a diversas fincas, apareciendo un cruce donde es posible dejar el coche y no abonar, por lo tanto, los correspondientes euros en la anteriormente citada aduana. Seguimos la senda, unos cincuenta metros, a la izquierda del río, hasta llegar a un tercer puente que nos traslada a la derecha. El río va ahora ligeramente encañonado, y sus aguas adquieren una cierta velocidad de tránsito, pero su visualización es deficiente, debido, como se ha dicho, al abandono de sus márgenes. 

       Recorremos unos doscientos cincuenta metros y alcanzamos la balsa y el edificio del Molino del Sol, y a continuación podemos bajar hasta la orilla del cauce, en cuyo punto, y a la izquierda, podemos ver, parece, una especie de acueducto, de modo que el entorno permite la única parada aceptable de todo el trayecto, ya que estamos en el rincón más precioso de toda la excursión.

       Cincuenta metros, a continuación, nos llevan a un cuarto puente. No vemos señalización alguna, lo que nos induce a cruzarlo; esto es un error, ya que una senda, que no localizamos, sale a la derecha antes de cruzar el citado puente, y que conduce al Molino Viejo o del Puente, después de unos trescientos metros. No obstante, si cruzamos dicho cuarto puente, a unos ciento setenta metros y a la derecha sale una senda, de difícil localización que nos lleva al Molino Viejo por la parte posterior del edificio. 

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