martes, 13 de febrero de 2024

08069-162.LIBROS: 45.Contribución a Así habló Zaratustra de Nietzsche: 02.La Voluntad: La voluntad en el ámbito personal

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08064 (08.02.2024 - 44.Contribución a Así habló Zaratustra 
                                       de Nietzsche
                                  01.La Voluntad
                                       La voluntad en el ámbito social)

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08088 (01.03.2024 - 46.Contribución a Así habló Zaratustra 
                                      de Nietzsche
                                 01.Estado y Sociedad)


       Sí la conciencia determina “el ser”, manda la conciencia, y este mando es poder sobre uno mismo y la elevación de sí mismo al poder es voluntad. 

       Cuando Zaratustra sale de su caverna, mira al sol, y su conciencia lo lleva a bajar a la tierra, nace en él la voluntad de cambiar el mundo. Cuando Zaratustra, fuerte como el sol, abandona su caverna, la voluntad de poder cambiar el mundo ha muerto. Aquí ya nada importa, en su derrota ve nacer su victoria, y advierte que jamás el hombre dejará de ser un gusano.

       Nietzsche nos dice que “mis semejantes son todos aquellos que a sí mismos se dan su voluntad y que se despojan de toda resignación”; en esto consiste la idea del superhombre.

      Así, aquello que no muere es VOLUNTAD DE PODER; “hay algo en mí invulnerable, algo que no puede sepultarse y que hace saltar las peñas” y tal algo es la voluntad de Zaratustra, siendo el objetivo la victoria sobre uno mismo.

     Frente a la voluntad de poder aprecia Zaratustra la voluntad de imaginar el ser que yace en los sabios, “todo lo que es, queréis hacerlo imaginable”, de modo que aspiran los sabios a estar en un mundo de arrodillados bajo la idea de una voluntad de vida que no existe

     La VOLUNTAD, en un sentido amplio, es lo que permite al Hombre recorrer el camino hacia el Superhombre y alcanzar tal condición de vida y existencia. Nietzsche establece que el Hombre carece de voluntad para dar el salto, de ahí que Zaratustra destina su vida a enseñar a los hombres una NUEVA VOLUNTAD. Pero, es necesario que el espíritu quiera tener su voluntad y su mundo propios. 

      Sabemos que hay una voluntad en la plaza pública, la cual sirve para desarrollar la vida conforme lo marca la sociedad humana; esta voluntad no existe. Zaratustra determina que lo que existe es la voluntad de poder o el espíritu que quiere su voluntad y su mundo; es preciso que el Hombre entienda que la voluntad está prisionera, que actúa como un perverso espectador de lo acontecido ya que no puede cambiar lo que es, y que el modo de lograr la superación de la voluntad por la voluntad de poder es la locura. Dicho de otro modo, la cordura es lo que permite al Hombre vivir en la plaza pública, pero, para dar el salto sobre el abismo es necesario adquirir el contenido de la locura que proporciona la voluntad de dar el salto al Superhombre.

     De tal voluntad, como ética, nos dice Wittgenstein, no se puede hablar, y afirma que la voluntad puede cambiar los límites del mundo, pero, no los hechos que acontecen, pues lo que sucede en el mundo es ajeno a la voluntad del hombre; en palabras de Zaratustra, como se ha dicho, la voluntad como vida no existe. Distinto es la visión del mundo, cuyo sentido está fuera del mundo, pues en el mundo todo es como es y, además, sucede como sucede, de modo que lo que contiene el mundo carece de valor, aunque el hombre le de valor a las cosas que hay en el mundo. Aquí, de nuevo, podemos ver un enlace entre Nietzsche y Wittgenstein; para el primero “del espíritu”, “lo místico” para el segundo. Así, el espíritu es lo propio del Superhombre, en tanto en el Hombre se haya el espíritu de la pesadez. En cuanto en lo místico encontramos el sentir del mundo o cómo es el mundo.

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