03390-239.MUNDO: 04.Acuerdo para el reparto de influencias: Trump y May

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03257 (15.11.2016 - 01.Acuerdo para el reparto de influencias)

03333 (21.12.2016 - 02.Acuerdo para el reparto de influencias)

03371 (12.01.2017 - 03.Acuerdo para el reparto de influencias)

  

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03393 (30.01.2017 - 05.Acuerdo para el reparto de influencias: De los perdedores)              

    Dicen las MUJERES JOLIVUNIANAS, entre ellas Meryl Streep, la sobrevalorada que dice Trump, que Donald está contra las mujeres...., ¡pues no!, el primer presidente de gobierno que ha visitado la Casa Blanca ha sido una mujer... Teresa May. 

     Estamos ante un intento de reparto de influencias que terminará siendo fallido por su propia razón, ya que La Gran Bretaña es un animal aislado y herido. Usa y Rusia se necesitan para gobernar cada uno de ellos sus propias regiones de países y para defenderse de China y de Europa. 

    TERESA MAY representa a la Gran Raposa, cuidado Trump... la VULPEJA ha cambiado su cara de zorra por la de una cordera a la que antes mató. Cuando Teresa May le dice a Trump que los opuestos se atraen, está mintiendo; Trump y May son la misma cosa, no necesitan ser diferentes para atraerse, ambos son la esencia del mismo corrompido y supurante ideario. Pero May, con ser Trump, no es Trump, puede ser peor, pero el mundo aún no se ha enterado. 

    Fuera de Europa, La Gran Bretaña Raposalida pasa a ser un país de tercer nivel; he aquí el problema. Y su solución es simple... China, Rusia y Europa son los enemigos. Lo que pretende May es hacer una alianza donde Usa/Inglaterra se enfrenten al mundo para seguir gobernándolo, pues perdido definitivamente el imperio inglés, lo que necesita La Gran Bretaña es disponer de un doverman a su lado, y tal perro es Trump El Bárbaro, por eso Teresa le hace carantoñas a Donald con lo de su propia identidad, con lo de su especial relación, con lo de evitar el eclipse de occidente, con lo de ser fuertes, duros y determinados, pero sobre todo con alejar a Trump de Putin, siendo en esto último donde esta la verdadera esencia de la apertura de patas de esa mujer llamada Teresa May. 

   La pregunta ahora es... ¿caerá Trump en el coño de May?