martes, 3 de enero de 2017

03358-78.CINE: Frantz

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03518 (31.03.2017 - 81.CINE:  El bar)


     FRANTZ es un drama desarrollado entre 1914-1919, película francesa del año 2016, de 113 minutos, dirigida y escrita por François Ozon, fotografía de Pascal Marti, montaje de Laure Gardette , música de Philippe Rombi, vestuario Pascaline Chavanne, protagonizada por Paula Beer (Anna), Pierre Niney (Adrien Rivoire), Marie Gruber (Magda Hoffmeister), Ernst Stötzner (Doctor Hans Hoffmeister), secundados por Johann von Bülow (Kreutz), Cyrielle Clair (Madre de Adrien) y Alice de Lencquesaing (Fanny)

    Cuenta la HISTORIA de las consecuencias de un acto, en una batalla en la Guerra de 1914-18, durante el año de 1919 entre Alemania y Francia, siendo el desarrollo de la misma de previsibles acontecimientos pero con ciertas sorpresas. Está rodada en blanco y negro con escapadas al color, sin que queden claras los motivos de esos cambios de coloración.

     Una característica de la cinta es que carece de final cerrado pero con un buen sabor agridulce. La NARRATIVA es excelente y el GUIÓN bueno, con DIÁLOGOS precisos inmersos en una especie de sucesos bien encadenados, y donde el MONTAJE obra una continuidad de conceptos que nunca se rompen, con elipses que cargan en la intencionalidad expositiva, dentro de un RITMO largo y lento que permite la floración de sentimientos contraídos.

     El visionado resulta agradable, y la sensación de estar viendo buen cine preside la totalidad del metraje dentro de una DIRECCIÓN que gobierna perfectamente el producto final.

    Los PERSONAJES, bien definidos, no marcan sobresaltos ni de personalidad ni de actuación, de modo que en todo momento lo que se cuenta capta la atención del espectador, que en cierto sentido puede intuir, acertando, el proceso de lo contado. Tanto Paula Beer (Anna) como Pierre Niney (Adrien Rivoire) llenan, del todo, la pantalla y se posesionan de la cámara, de forma que no pierden en ningún momento la compostura en su actuación, pareciendo que ambos son partes definidas de un mismo personaje que busca expresar sentimientos con independencia del texto. No pierden consistencia los secundarios, especialmente Marie Gruber (Magda Hoffmeister), Ernst Stötzner (Doctor Hans Hoffmeister), sin dejar en el olvido los breves y buenos trabajos de Cyrielle Clair (Madre de Adrien) y Alice de Lencquesaing (Fanny).

    La sección de ARTE se presenta bien estructurada y oscilante entre un VESTUARIO inmenso y bien trabajado, y unos ÚTILES que cubren estancias y exteriores de manera impecable y dentro de una ESCENOGRAFÍA a la que no se le puede pedir más, contribuyendo tanto la PELUQUERÍA como el MAQUILLAJE. En cuanto a la FOTOGRAFÍA, sin ser ni pretender ser espectacular, controla luces y sombras, ofreciendo encuadres bien trabajos dentro de un espectro entre blancos y negros al tiempo que obviando los grises, y si queremos encontrar cierto decaimiento en la cinta, lo podemos hallar en la secuencia del campo de batalla, donde si que se aprecian fallos de contenido y cierta pereza en su filmación. Por otra parte, la película podría haber obviado los argumentarios antibelicistas expuestos en las dos reuniones, alemana primero y después francesa, con sendos himnos patrióticos, que de forma cierta no aportan veracidad a la cinta y aún distraen de la verdadera razón de la historia y narrativa.

     La CÁMARA es una máquina persecutoria de los personajes, y se presenta con evidente contenido subjetivo en varias secuencias y planos. Los seguimientos semicirculares a los personajes, especialmente sobre Anna, muestran grupos de planos que relacionan al personaje con el entorno mediante planos medios, de semiconjunto y de conjunto, donde destaca el trabajo escénico, a los que se unen diversos trávelin de acompañamiento, primeros planos y algún que otro gran primer plano, todo dentro de una angulación horizontal, y ciertas panorámicas. En este punto cabe destacar el plano exterior a un tren, cuya ventanilla refleja el exterior, así como el plano expositivo que recoge la destrucción de un pueblo como resultado de la guerra.

     Si de lo que se trata es de ver cine con cierto contenido artístico, FRANTZ es eso, de modo que las sensaciones del espectador resultan placenteras y agradables en todo momento del visionado.

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