03394-67.EL VIAJERO MADURO: 04.Munich: Espiritu Santo y El Mercado

DOCUMENTO ANTERIOR

03384 (25.01.2017 - 01.Munich (Alemania): Generalidades)

03386 (26.01.2017 - 02.Munich (Alemania): De la Plaza de María, la Catedral y el Odeón)

03388 (27.01.2017 - 03.Munich (Alemania): Del Monumento Nazi y de la Cervecería Hofbräuhaus)

DOCUMENTO POSTERIOR
03396 (31.01.2017 - 05.Munich (Alemania): Dachau, campo de concentración)

    Tras salir de la Hofbräuhaus, respira alegremente Cómodo Centón; hace un día luminoso pero sin olvidar los menos diez grados de rigor, la nieve y el hielo extendidos por tejados y calles. Camina hacia el sur entre edificios que ya resultan monótonos y parejos en cuanto a estructura de fábrica, y que poco aportan a la riqueza inter-arquitéctonica en espacio y tiempo, y donde se agrupan pequeñas tiendas y diversos lugares de comidas, hasta llegar a la calle Tal, la única que debe de haber en Munich pronunciable, y que une el la Plaza de Maria con la Puerta de Isastor, calle amplia con trafico rodado, y que cruza Cómodo hasta llegar a la IGLESIA DEL ESPÍRITU SANTO o DE SAN PEDRO; su origen se remonta al siglo XIII como hospital y capilla del mismo. Destruida por el incendio del siglo XIV, se reconstruye como gótico, y ya en el siglo XIX la zona del hospital da lugar a un mercado. Exteriormente se presenta barroca, con campanario en la cabeza y tejado en rojo, de color blanco; es radiantemente blanca en su interior, con tres naves separadas por arcos de medio punto, imágenes doradas sobre bases apoyadas en las columnas que dan a la nave central, y cuadros de marcos dorados bajo los citados arcos, disponiendo ventanas sobre los mismos, y si nos sentamos y observamos la techumbre interior, veremos unos frescos donde se quiere retratar los dones del Espíritu Santo y la historia del hospital,

     Cómodo Centón continua hacia el sur; le han hablado de la VIKUALINMARKT, que traducido a lengua normal significa MERCADO DE ALIMENTOS; sus antecedentes se encuentran en la Plaza de María, donde, y lo de siempre que ocurre en cualquier parte del mundo, los campesinos vendían sus productos. Allí, además de los productos del mercado, hay un BIERGARTEN o ese lugar de mesas largas y bancos de madera sin respaldo donde se sirve cerveza, se puede comer algo rápido y barato y contemplar el colorido primaveral de la ciudad... pero estamos en enero y hace unos menos diez grados bajo cero. Los bancos de madera están sobre las mesas de madera, y sobre el conjunto está el hielo, el suelo es hielo y el ambiente ni es colorido ni es alegre, aunque hace algo de sol y si abundan los puestos de venta y algunos compradores se entremezclan con algunos turistas. 

     Para Cómodo Centón la visita a Munich está llegando a su fin; ha probado varias clases de cerveza, personalmente al Centón le gusta el vino, y considerando que la cerveza es bebida de bárbaros, debe Cómodo admitir que las cervezas bávaras le resultan especialmente buenas, y aunque su gusto le dificultad distinguir una de otras, ha llegado a la conclusión que le gusta la augustinerkeller. Ha cenado en un local codillo, ha desayunado salchichas blancas y comido en otro filetes empanados; todo en abundancia, bien cocinado y servido con precisión y alegría, y siempre, siempre, todo con cerveza en vasos de medio litro y de litro.

    La tarde-noche en Munich resulta agradable; todo transcurre con sosiego y paz, como si nada sobre la tierra fuese capaz de quebrar esa linea argumental de felicidad que rebosa en la ciudad de los monjes. Y lo mismo sucede en el breve paseo que realiza sobre el blanco suelo del bosque de Perlacher, ya dentro del término de Grünward.