miércoles, 8 de noviembre de 2017

03992-66.IMPOSIBLES: Sentados sobre sus cabezas rapadas

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03978 (02.11.2017 - Vivos, muertos, difuntos, y santos)

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03999 (12.11.2017 - Andar era un forzado caminar)


    Están sentados sobre sus cabezas rapadas; así los colocaron sus enemigos apenas nacía el día en los que fueron, durante la noche, cortados. Raspabase el alto de la cabeza con el bajo del culo, y era tal la calor que desprendían, que a los enemigos calentaba, haciendo de ellos huir el frío. 

     Pero cuidado, no se engañen los terceros, que los primeros o los cabezas rapadas ya tenían sentenciados a los segundos o los enemigos con separar cabeza del cuerpo y poner, de seguido, la cabeza de los segundos bajo el culo de los segundos. 

    He aquí el por qué nada pasa cuando las guerras andan de caza, que el aplicar del castigo pasa siempre por tortura, y por víctima aquel que recibe el castigo, sin atender al hecho furtivo que ppodría haber sido víctima el torturador, y torturador la víctima, que no cosa de querer ser, sino de poder ser un sujeto u otro sujeto según quién ganará la celebrada victoria. 

     Hace ya, unos treinta cinco años, más o menos ese tiempo, que lo explicaba Cómodo Centón a sus alumnos, con aquello de hallarse en una jaula un hombre en el centro y un conejo en la línea del circulo, o bien con hallarse un león en el centro y el hombre en la línea del círculo. 

    Que nadie lo dude... la línea entre un torturador y una víctima es una fina linea de puntos discontinuos que lo que es negro hoy, puede ser blanco mañana.

    Lo demás son cuentos chinos... con perdón de los chinos.

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