04019-06.TEATRO: Lulú

DOCUMENTO ANTERIOR
02645 (19.12.2015 - Ojos de Agua)

DOCUMENTO POSTERIOR
04130 (26.01.2018 - Cuzco)

     LULU es una obra de teatro, de sesenta minutos de duración, autoría de Paco Bezerra, dirigida por Luis Luque, escenografía de Monica Boromello, vestuario de Beatriz Robledo, música de Mariano Martín, e iluminación de Felipe Ramos, interpretada por Armando del Río (Amancio), María Adánez (Lulu), Chena León (Julián), César Mateo (Calisto) y David Castillo (Abelardo), que cuenta una HISTORIA, conforme programa de mano, que no coincide verazmente con el contenido real de la representación a la que Cómodo Centón ha asistido; el programa de mano nos habla de la obsesión de Amancio que busca matar a la serpiente que antes mato a su esposa, y en esa búsqueda encuentra a una mujer que dice llamarse Lulú

    La NARRATIVA, sin embargo, presenta la relación de poder Hombre-Mujer sustentada en los primeros pasajes de La Biblia, y cierta contradicción entre la creación del Hombre y de la Mujer en plano de igualdad, con un segunda creación de la mujer devenida del hombre en plano de desigualdad; sin embargo lo que el escenario nos está presentando es el encuentro que el Hombre hace de la Mujer como resultado de la costilla, la mutación de Lucifer o primera mujer, en plano de igualdad, que se levanta contra Dios, el ejercicio de dominio del Hombre sobre la Mujer, y el discurso final que expone la situación de la Mujer, plano de desigualdad, bajo el dominio del Hombre. 

  La ACCIÓN, por tanto, presenta varios niveles de contenidos que se van solapando hasta formar una idea: la creación de los conceptos hombre-mujer en plano de igualdad, la creación de los conceptos hombre-mujer en plano de desigualdad, y el proceso de necesario retorno al plano de igualdad; la pieza es de corta duración, apenas una hora, y se sostiene en una serie de monólogos que responden a una exposición (Amancio), un desarrollo (Julián) y una conclusión (Lulú/Jornalera), acompañados de breves diálogos (Calisto/Abelardo) que nos muestran a dos personajes que, en realidad, son uno. 

La ESCENOGRAFÍA presenta un montaje entre lo real y lo irreal, de forma que el decorado cumple la doble función de ambientación y funcionalidad del clima que requiere; el fondo fijo determina el rasgo rural, mientras que un baúl actúa como elemento móvil y acotador del espacio al tiempo que centro de la totalidad de la obra. La ILUMINACIÓN presenta colores fríos, verdes y azules, complementados por el rojo que fijan el tono trágico de los acontecimientos, y sin olvidar el blanco para los momentos de solemnidad como son los tres grandes monólogos, de forma que la luz queda actuando como un protagonista más, acrecentándose con la MÚSICA, cuidada y selectivamente adecuada, que refuerza las escenas en los momentos oportunos. El fondo sobre el escenario preferentemente oscuro, presenta un VESTUARIO de tonalidades grises que muestran la parte realista de los personajes en cuanto sus profesiones; Lulú, por su parte, destaca por las mallas rojas y un vestido blanco.

La DIRECCIÓN es firme, lo controla todo, no se aprecia libertad expresiva por parte de los actores, de modo que se marcan, simétricas y equilibradas, las posiciones y movimientos en escena. La ACTUACIÓN se sostiene mediante una iluminación sobre los actores, blancos desde arriba, que ayudan a resaltarlos, no desequilibra la luz ambiente pero si magnifica el decorado; es suave, busca ser delicada en María Adanéz, rotunda en Chema León y equilibrada en Amancio del Río, respondiendo a los papeles que representan, mientras que se muestra algo deshilachada, por lo propio innecesario de dichos papeles, en César Mateo y David Castillo

    Estamos ante una OBRA aparentemente compacta, a lo que ayuda su cortedad, y que expone la realidad del maltrato del hombre sobre la mujer, pero que termina siendo de corto desarrollo por un exceso de monologo, y donde los diálogos brillan, prácticamente, por su ausencia, lo que genera una carencia de agilidad escénica, cierta monotonía expositiva y una concentración del espacio escénico en el área central del escenario