viernes, 5 de abril de 2019

05075-84.IMPOSIBLES: One-One

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04994 (23.02.2019 - Día de la Felonía)

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05135 (07.05.2019 - Por una acera de Alicante caminando)


     Hoy ha cenado Cómodo Centón en One-One, en Alicante; hoy ha cenado El Centón con la Centona; ambos se casaron hace cuarenta años. Hoy ha sido una cena especial, una de esas cenas marcadas a fuego en la vida de la existencia, una realidad que ha superado la ficción de la vida y ha entregado a Cómodo Centón la evidencia de una existencia. Hoy ha sido el tremolar intimo de que Cómodo Centón está vivo. 

    Se puede pedir felicidad, se puede pedir dinero, respeto se puede pedir, pero pedir existencia en el pedir es mucho pedir. Más hoy, sin pedir, la Existencia se ha presentado y, por fin, la he conocido, y la sentido envuelta en un halo de realidad que parecía no existir. ¿Qué puedo pedir a partir de ahora?

    ¿Vida?, no quiero pedir más vida, que vida no quiero pedir, que falta más vida no me hace, ni necesito más vida para vivir, que ya he sentido la existencia de la vida, esa existencia que nunca antes he logrado sentir. 

     El Centón y la Centona juntos, frente a frente, una mesa entre ambos, sin espacio separados, sin tiempo que medir, ¿qué más se puede pedir?; unos platos, unos vinos, unas miradas de ir y venir, Bartolo viniendo y hiendo, sumisos los dos a su devenir, sin pensar que estamos juntos porque juntos estamos ya. Comiendo y bebiendo, ¿qué más se puede pedir?

     Trotar de los sentidos en una noche de abril, de leves aguas de lluvia acompañados, nada parece existir en One-One, nada parece venir e ir, sino el silencio de las voces pausadas de los comensales en las mesas junto a mi, y ella, mi amor, enamorada de mi; ¿qué más se puede pedir?

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