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05076 (07.04.2019 - Mona Eltahawy La Feminista, miente)
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Dice Cómodo Centón que Ólafsdóttir distingue la desigualdad entre el hombre y la mujer, imponiendo a la mujer sobre el hombre, mientras ignora que todos son personas, con independencia si poseen pene o vagina. Pero ya se sabe que dónde no hay inteligencia, hay odio.
La deficiente mental MARGRET PALA OLAFSDOTTIR, fundadora de una cadena de colegios contra la igualdad de sexos en Islandia, ha decido que las NIÑAS sean niños y que los NIÑOS sean niñas; el objetivo de dicha repugnante escuela consiste en sustituir la Supremacía del Hombre por la Supremacía de la Mujer. Pero lo que no sabe la DEFICIENTE MENTAL que el planeta Tierra se sigue el mismo orden universal que sigue la Naturaleza, y que llegado el caso la reacción masculina frente a la barbarie femenina será el final de tanta deficiencia mental feminista, ya que la Historia supera, en todo, a la Naturaleza.
La Escuela HJALLI es un engendro de desigualdad absoluta que está promocionando la realidad de que, llegado el caso, un NIÑO termine dándole una "hostia" a una NIÑA, y con razón, ya que lo que persigue la MAESTRA OLAFSDOTTIR, además de impartir el odio entre el pene y el coño, es convertir "la polla" en una "jili-poya" incapaz de follar, de modo que solo se folle cuando la NIÑA ESTÉ SALIDA, es decir, se trata de acabar con los nacimientos naturales en Islandia e iniciar el proceso descrito en Un Mundo Feliz de Huxley, que no deja de ser, en el caso de Olafsdottir, pura barbarie y exaltación del COÑO INFELIZ.
El IDEA de la Escuela HJALLI o del Coño Infeliz replica la idea de Huxley en su Mundo Feliz, es decir, "has de venir aquí y dejar todas tus preocupaciones fuera, mostrarte feliz”, es decir, "mostrarte", no "ser", de modo que la conclusión sea "coño bueno, pene malo".
El PROCESO DE LA IDEA HJALLI consiste en convencer a los IDIOTAS que "los críos llegan, desayunan y deciden lo que van a hacer. Se ejercita la toma de decisiones y la democracia a lo largo del día", pretendiendo que los CRIOS tengan capacidad para pensar y capacidad para ejecutar pensamiento alguno, de modo que los "niños deciden con su maestra las actividades que realizarán después", lo que evidentemente es una MENTIRA ya que entonces "una maestra hace sonar una campanilla. Los niños abandonan cajones de madera, aparcan dibujos y se bajan de las colchonetas" lo que recuerda al sistema sovietivo, al sistema nazi y al sistema fascista de Stalin, de Hitler, y de Mussolini, lo que se refrenda con "los pequeños, en uniforme rojo o azul, colocan el material y, a saltos, se ponen en fila" vestidos como militares y como mirando al sol del sistema de Franco, de Fidel Castro, del burka moro o de Jesús, látigo en mano, expulsando a los mercaderes del templo. Lo que se confirma con la frase que sigue "¿Ves? No hace falta decirles nada. Ya saben lo que tienen que hacer" como cuándo el Viejo de La Montaña enviaba a sus asesinos, que ya sabían que hacer. Y todo en virtud del rancio lema "nuestros tres pilares son rutina, orden y respeto”, es decir, sumisión social, esclavitud estatal, y desigualdad de género absoluta.
Dice Cómodo Centón que Ólafsdóttir distingue la desigualdad entre el hombre y la mujer, imponiendo a la mujer sobre el hombre, mientras ignora que todos son personas, con independencia si poseen pene o vagina. Pero ya se sabe que dónde no hay inteligencia, hay odio.
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