DOCUMENTO ANTERIOR
00072 (25.03.2010 - 02.FIESTAS: 01.Semana Santa)
00074 (26.03.2010 - 03.FIESTAS: 02.Semana Santa)
00531 (18.04.2011 - 11.FIESTAS: 03.Semana Santa: 01.La antigüedad)
00532 (18.04.2011 - 12.FIESTAS: 04.Semana Santa: 02.Preliminares)
02239 (05.04.2015 - 35.FIESTAS: 05.Semana Santa: 01.Libertad y Religión)
03531 (06.04.2017 - 38.FIESTAS: 06.Semana Santa: Resumen de anteriores)
03546 (13.04.2017 - 39.FIESTAS: 07.Semana Santa)
03554 (17.04.2017 - 40.FIESTAS: 08.Semana Santa: El fin de la semana)
04224 (26.03.2018 - 45.FIESTAS: 09.Semana Santa
De las salidas procesionales)
04228 (30.03.2018 - 46.FIESTAS: 10.Semana Santa: De la antigüedad
de Cofradías y Hermandades
Franco y la Democracia)
DOCUMENTO POSTERIOR
07460 (04.04.2023 - 37.VERSOS DE ALICANTE: 12.Semana Santa
-I-
La ESTRUCTURA GENERAL DEL CORTEJO PROCESIONAL responde al orden que sigue:
-cruz de guía
-estandarte
-incensario
-nazarenos con luminarias/farolas
-banda de anuncio de cornetas-trompetas/tambores-timbales
-sección infantil
-nazarenos de fila
-mantillas
-autoridades
-paso/trono
-penitentes civiles
-banda de música
La manifestación de tal orden presenta diferentes características; no es lo mismo contemplar un paseo procesional en la carrera oficial que hacerlo fuera de la vía oficial.
La primera es obligatoria para todas las cofradías y hermandades, con independencia de su origen de salida y su punto de llegada; aquí aguardan palcos y autoridades, y es donde se toma la venia de circulación. La seriedad de los participantes es absoluta, se contemplan las formas y la ejecución es precisa, de modo que no cabe el error procesional. Sin embargo es un transito frío y distante en relación al público ya que el objeto se presenta sin emociones y artificial.
Fuera de la carrera oficial cobra vida la ejecución del acto; el pasar por calles estrechas y tortuosas da significado al paso procesional, los giros de noventa grados imprimen arte al transito, las bajadas y subidas infunden emoción, las salidas y entradas en los templos imprimen carácter al objeto, mientras que la rigidez de la formación de los participantes se rompe, y se pueden entablar relaciones y conversaciones con los mirones, se habla, se ríe, entre público y nazarenos, cruza gente la calle, pareciendo humano lo que en la carrera oficial se percibe como artificial; destaca la parte final, donde el número de mirones disminuye extraordinariamente y permite una familiaridad singular entre participantes y asistentes.
Existe en el ACTO PROCESIONAL tres momentos; la salida del templo, donde el gentío se agolpa envuelto en una especial ansiedad, la carrera oficial, donde se pierde el sentido del acto, y la llegada al templo, donde los supervivientes alcanzan la exaltación íntima de la fiesta. Pero sí lo que el MIRÓN busca es el embrujo, éste se encuentra en las calles que serpentean y que hacen sufrir a los costaleros, rota la formación de los nazarenos de fila y descarriada su composición, ya de regreso al templo, venida la noche, de modo que luminarias, farolas y cirios se abrazan con la lumínica de las calles, todo envuelto por el golpeo de cornetas y tambores, músicas rotundas, destacando los tronos con sus escenas y utillajes, inmerso el conjunto en un silencio antes no visto.
-II-
La ESTRUCTURA DEL TRONO O PASO muestra, en esencia, una caja que oculta el armazón de madera o parihuela y en cuyos laterales, si la trama es "a costal", se abren unos agujeros o respiraderos para que pueda el aire entrar en el interior del cubículo y de aquí penetre hasta los pulmones de los porteadores, colgando de la parte inferior de la caja un faldón de tela que tiende a llegar al suelo. Sobre la caja se ubica la canastilla, lugar de asiento de las figuras y de los útiles
Los TRONOS son ricas exaltaciones ofrecidas a los que fueron pobres en vida; muestran escenas de conjunto o misterios o solo de una figura vestida, cristos y vírgenes, éstas últimas bajo palio en ocasiones, y acompañados de un variado utillaje de candelabros, cirios, hachones, flores, árboles, donde todo cabe y vale.
Los TRONOS son llevados "a costal" en el interior de la parihuelas; no se ven los costaleros, su esfuerzo se oculta, son los grandes castigados que padecen dentro de un cubículo oscuro, de los cuales solo los pies, arrastrándose por el suelo, emergen a la vista de los mirones, de modo que se sabe que existen porque sus pies cansinos los delatan. Los hay que son llevados "a varal", fuera de la parihuela los costaleros, a la intemperie de la noche sus cuerpos, recuerdan a los ciempiés, cubiertas sus cabezas como posadas en la cuadra de ejecución, recuerdan las cabezas a punto de ser desmembradas, son los que miran, son los que ven a los mirones; otros costaleros son altivos, muestran el rostro, y miran con orgullo a los débiles mirones.
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