miércoles, 19 de mayo de 2021

06479-64.LIBROS: 02.Paseos por el pueblo y la mar de José Antonio Montero

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06475 (18.05.2021 - 01.Paseos por el pueblo y la mar 
                                       de José Antonio Montero)

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06479 (19.05.2021 - 03.Paseos por el pueblo y la mar 
                                      de José Antonio Montero)

III: MASEDA FUERA DE SÍ 

     Hay un protagonista fuera de sí, que hace uso de la naturaleza, cubriendo una huida hacia adelante, ajeno al resto de los mortales, en un intento de hacer un camino extraño, solo para él extendido, del que emanan algunos requiebros que le unen al resto de las personas, pero siempre volviendo a su camino de figuras poéticas y andares solitarios en sendas y en la barca.

     Lo vemos llegar con dos años de edad, procedente de Argentina, con su hatillo de emigrante, el cual le acompañará el resto de su vida; en Zarzalejo pasará la niñez entre su madre Amelia y su abuelo Juan, en ocasiones nos hablará de la abuela Candelas y apenas unos retazos incomodos reflejarán la existencia de su padre José (91.José y sus nombres). De la mano de su madre Amelia, ser de Maseda, conocerá el pueblo granadino de su padre, Ferreirola, a sus abuelos y a otros familiares. Será llevado, como atado en un furgón policial, a Alicante, donde pasará su juventud y su primera madurez, volverá a Zarzalejo en busca de la niñez perdida en su recuerdo, advirtiendo, con terror contenido, que el lugar es un dormitorio de Madrid, y terminará sus días en su mar adentro, en un pueblo de la provincia de Valencia, entre un embalse y una biblioteca, rodeado y sosegado por su familia, al amparo de Laura.

IV: ESTRUCTURA

     No consta en el índice del libro una clara distribución por capítulos o cualquier otro concepto, temporal o espacial, que delimite claramente en qué momento de la narrativa histórica se encuentra el lector; es cierto, no obstante, que aparecen unas notas/advertencias que informan de que un grupo de relatos han llegado a su fin.

     Estamos ante un total de 114 capítulos de formato pequeño de entre una y tres páginas, alguno alcanza las ocho páginas que, en general, responden a un determinado tema y momento, los cuales puede ser agrupados en diferentes conjuntos como son Zarzalejo, Alicante y Cartagena, regreso a Zarzalejo, Valencia, Mar Interior, miscelánea, y final.

     En general, cada texto contiene una estructura interna en tres fases; Maseda, descripción física del entorno, y anotaciones sobre personajes, apareciendo, en ocasiones, brevísimas reflexiones y notas históricas. Las descripciones físicas son de tierra y de mar, apenas de aire, advirtiéndose en esto una cierta reiteración de conceptos vegetales y animales, no siendo significativas las descripciones de ubicación de los paisajes ni de los pueblos, así como las arquitectónicas. Los personajes, por su parte, son familiares de Maseda, que se repiten en diferentes textos, y otros que solo tienen apariciones puntuales y referidos a un solo tema, quedando descartada una efectiva realidad de algún personaje extendido en el tiempo.

V: NARRATIVA
    
     Si asimilamos “paseos por el pueblo y la mar” a una película, veríamos una sucesión de escenas y, en ocasiones, secuencias, donde abunda la variedad de panorámicas, planos medios y, especialmente, planos primeros y de detalle, acompañados de diferentes trávelin de distintos comportamientos, de manera que la visual es captada en un tiempo determinado, un continuo encadenado de sucesos espaciales donde la realidad del tiempo no importa, destacando “la idea necesaria” o aquella de imposible refutación ya que no contiene una posible ausencia de sí misma, resultado de trasladar lo evidente de lo natural a lo artificial como “idea real”, obteniendo una “visión” del conjunto como una “idea imaginaria”, todo en torno al recuerdo historiado, la descripción implícita, y la reflexión devenida.

     La combinación de las letras, que desprende y absorbe energía, resultando diferentes propiedades queda abarcada en párrafos cortos que no sobrepasan las veinticinco líneas, lo que permite una ágil exposición de temas, así como no abrumar al lector con compactas explicaciones. Estamos ante un texto narrativo, descriptivo, y levemente reflexivo, sin recursos persuasivos, que no capta ideológicamente al lector, en el ser de una escritura lisa y llana, continuada en su forma y en el proceso histórico, sin quebradas evidentes ni imágenes explicitas, con ausencia de juegos de palabras, pero con connotaciones que evocan, continuamente, valores afectivos tanto internos como externos, lo que le resulta fácil y confortable al autor al encontrarse ante su heterónimo, al que define como “mi propio yo, fijado de manera lirica” (01.Exordio), lo que destapa, desde un principio, el intento de ocultar a la primera persona narrativa tras una personalidad ficticia a la que llama Maseda.

     Por otra parte, nos dice José Antonio Montero, “no se escribe para llenar un vacío, porque se vacía uno escribiendo”, y cita por semejanza, a sí mismo, a Diego de Torres Villarroel, el mismo que dijo que “medio mundo se ríe del otro medio, y yo, que soy solo, me río del mundo entero”, frase que, no dudamos, es de aceptación y comprensión plena de Maseda.

     No hay rasgos políticos ni científicos, ni amatorios, sino literarios, presentados en dos áreas, una descriptiva y otra de recuerdos, con un exceso de recuerdos/sentimientos que se repiten, y de abultado inventario, que el lector, en ocasiones, ha de soportar con cierta entereza de ánimo.

    Asimismo, se advierte una sucesiva serie de conversaciones que Maseda tiene consigo mismo; destaca la descripción de los paisajes y de los entornos, los alegatos sobre la naturaleza, los lugares cambiados, ya perdidos, los paseos en busca de lo que ya no existe, el desencanto obviado y la sustitución de la realidad por el imaginario pasado. Es como pegarse a una foto y cambiar la foto de contenido, introducirse en un mundo fantaseado y vivir en ese mundo, de modo que, en ocasiones, se vuelve repetitivo y altivo, pesado y oscuro.

1 comentario:

  1. ¡Buenas tardes, Santiago!

    Has leído mi libro y es el mejor regalo que puede recibir quien dedica su tiempo a escribir. Se escribe porque se lee y con la esperanza de que alguien se emocione con la lectura. Has realizado una crítica al libro desde distintos puntos de vista, con un resultado que acepto y agradezco.

    Una vez publicado un libro, este ya no pertenece al escritor sino al lector. Hay quien ha comprado mi libro para ponerlo en un mueble del salón para que luzca su portada y no lo leerá porque nunca lee o porque no tiene tiempo. Hay paisanos que me han dicho que les gustó mucho, mas nunca sabes hasta qué punto es verdad. Sin embargo, lo que más me ha agradado, desde que salió la primera edición, es el cambio en la forma de mirarme de algunos vecinos del pueblo; cuando me cruzo con ellos, me regalan una cariñosa sonrisa, como si al verme se encontraran con su hermana o con un buen amigo.

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