miércoles, 19 de mayo de 2021

06484-65.LIBROS: 03.Paseos por el pueblo y la mar de José Antonio Montero

DOCUMENTO ANTERIOR
06479 (19.05.2021 - 02.Paseos por el pueblo y la mar 
                                      de José Antonio Montero)

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06569 (08.09.2021 - Las flores del mal 
                                 de Charles Baudelaire)

VI: ESTILO

     Los ciento catorce capítulos presentados por el autor responden, cada uno, a un recuerdo compactado y especifico de un determinado momento en el espacio, de forma que rara vez los cuadros son compuestos de dos o más ideas, es decir, se capta una idea por el autor y se desarrolla brevemente, aunque, en ocasiones, la idea se amplía o se complementa en diferentes textos. 

     La escritura es subjetiva, aunque planteada en tercera persona por tener el referente de Maseda. Ayuda la cortedad general de los párrafos, y se hace uso, como se ha dicho, de un personaje indirecto para expresar la narración, la cual oscila entre lo denotativo y lo connotativo, mediante un sentido lógico y definido junto a un sentido indirecto en cuanto emociones y sentimientos, pero no se observa un pronunciado lirismo, aunque sí una actitud lírica que mezcla miedo y soledad frente a la muerte (30.Nidos).

     En esto del estilo, el autor nos ayuda diciendo que es ordinario, liso y llano, claro, nítido y elegante, con todo lo cual estamos de acuerdo. Más, podemos entrever que el objeto de conocimiento es independiente del sujeto de conocimiento, y que es de tal modo como Maseda se relaciona con las personas. 

     Responde a un sentido panteísta de la naturaleza, con pinceladas no terminadas, esbozos y un sentido de lo cotidiano, donde destaca una continuada inspiración de lo natural mediante un ejercicio de captación, una instantánea de la realidad que, en ocasiones, une una idea principal con varias secundarias, con acopio de cierto dramatismo y contenido onírico. 

    El autor no se inventa cuanto dice, pero se inventa lo que ya existe como un todo/único. La aglomeración de diversos conceptos, sin que devengan en una refundición de todos ellos, da paso a la impresión que de ellos se tiene en cuanto visión limitada y casi fugaz, que quiere captar el preciso instante dentro de un conjunto de imágenes, entre notas de melancolía y evocatorias, mostrándose una catarsis, una angustia vital, purificación y un desahogo imposible de contener, ya que lo que envuelve al autor es el pesimismo sobre sí mismo y sobre lo demás, pérdida de valores y descontento.

VII: CONCLUSIÓN

     PASEOS POR EL PUEBLO Y LA MAR es una recopilación de recuerdos guardados y que pedían salir a la luz del sol, consumando, de tal modo, una necesidad connatural de liberación del autor. En esta transfiguración logra el autor mutar desde sí para sí, mediante una efervescencia de los mejores y buenos momentos de la vida y existencia de Maseda, así como evitando exponer la redacción y el recuerdo de dolores y fracasos, lo que consigue mediante la eliminación de recuerdos innecesarios, contradicciones y realidades olvidadas.

    Da la impresión que José Antonio Montero haya escrito para sí mismo; “me concentré en los recuerdos” pues algún bien útil tenía que componer, y “os presento una historia íntima”, con una clara intención, “haber sentido, presenciado y vivido lo narrado”.

   Al cabo, lo que hace José Antonio Montero es recordar o volver a pasar por el corazón (03.Recuerdos), aunque en este concepto difiere ampliamente de Cómodo Centón, quién dice que recordar es morir.

1 comentario:

  1. ¡Buenas tardes, Santiago!

    Has leído mi libro y es el mejor regalo que puede recibir quien dedica su tiempo a escribir. Se escribe porque se lee y con la esperanza de que alguien se emocione con la lectura. Has realizado una crítica al libro desde distintos puntos de vista, con un resultado que acepto y agradezco.

    Una vez publicado un libro, este ya no pertenece al escritor sino al lector. Hay quien ha comprado mi libro para ponerlo en un mueble del salón para que luzca su portada y no lo leerá porque nunca lee o porque no tiene tiempo. Hay paisanos que me han dicho que les gustó mucho, mas nunca sabes hasta qué punto es verdad. Sin embargo, lo que más me ha agradado, desde que salió la primera edición, es el cambio en la forma de mirarme de algunos vecinos del pueblo; cuando me cruzo con ellos, me regalan una cariñosa sonrisa, como si al verme se encontraran con su hermana o con un buen amigo.

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