01801-31.FIESTAS: José de Nazaret

DOCUMENTO ANTERIOR:  01284

DOCUMENTO POSTERIOR:
02162 (31.01.2015)

02327 (05.06.2105)
05710 (19.03.2020 - Día del padre)

      JOSÉ DE NAZARET es, posiblemente, un caso único en la Historia de la Humanidad; un Hombre es requerido por un Dios para que ocupe su lugar de padre junto a una Mujer, concebida por ese Dios, que es inmaculada. Ese Hombre acepta no tomar la carne de su esposa y, sin rechistar, acepta un papel de segundón cornudo dentro de una historia donde el Hijo de Dios, que es Dios, se habilita en el vientre de una Mujer, sin que conste que lo sea por la vagina. José, además, no repudia a la virgen encintada, sino que la protege de la Ley de Moisés, esto es, incumple la ley vigente, aceptando, además, trabajar para alimentar a un niño que no es suyo, aunque sepa que es de condición divina, y lo hace de artesano pobre, cuando podría haber reclamado del legítimo padre alguna compensación económica o mejora social y mejor vivir de algún tipo. Pero no, José lo acepta todo, y acepta su condición de "padre putativo" sin ninguna reserva, y encima se muere dejando paso franco al divino. Es, pues, patrono de los niños por nacer, aunque de los del Centón no se ocupara como se ocupó del de Dios, y de la "buena muerte" porque murió, así se inventó, entre un hijo que no era suyo y una mujer a la que nunca folló. Hay que reconocer que cuando Dios buscó al Hombre adecuado, tuvo tino.

     Para que lo dicho en el párrafo anterior no sea cierto, se acordó llamarle.... José de Nazaret El Justo, otorgándole un cayado curvado, así como floreado, en su cumbre como símbolo de su sabiduría, añadiéndole una estirpe, no demostrada, que se extendía, en el tiempo, al rey David. En lo de "justo" porque cumplía la "torá", cosa que no fue cierta cuando la vulnera al ocultar la falta de María, y en cuanto a su clase social quedan aunadas la riqueza histórica de un origen noble con la humildad presente del artesano. En este sentido José de Nazaret El Justo se asimila a Don Quijote de la Mancha, ambos fueron hidalgos o gente de bien venida a menos, orgullosos de su pasado y sometidos a sus tristes presentes, porque no nos engallemos... la vida de José de Nazaret fue muy triste porque, ciertamente, ¿qué puede hacer un padre cuando su hijo a los doce años ya discute con los sabios y toma un látigo para desalojar un espacio público como es un templo?

     José cumple a lo largo de su vida varios cometidos. Es un Hombre al que se reputa ser padre, trabaja para alimentar a una familia que no es de su sangre, y ejerce funciones de protección y transporte; pero no manda... a su esposa porque está iluminada por Dios, y a su hijo porque es Dios, de ahí que sea comprensible, ante tales antecedentes, que mandar sea un imposible. Protege cuando la vida del Niño entra en peligro por culpa de Herodes El Grande, pero en esto no se puede apreciar mérito alguno ya que recibe el chivatazo de que coja al burro y salga corriendo, y además lo hace sin avisar al resto de los padres, de lo que podemos deducir que muy "justo", lo que se dice "justo", pues no parece serlo y si parece, más bien, seguir aquello de "salvese quién pueda", iniciando el camino con el burro, la inmaculada y el divino, dejando detrás de sí una carnicería de niños muertos que, tal vez, se podrían haber salvado de haber sido avisados. 

    Sin embargo, nos cae bien José de Nazaret; el papel tan insulso que le tocó en vida más la postración que ha venido sufriendo a lo largo de la historia, hacen de él el hombre que todo lo da a cambio de nada, ya que en general el Hombre es ese ser que aporta su semen para que la Mujer obtenga, en exclusiva, una propiedad; dicho de otro modo... José compra con su dinero un niño que luego se queda en propiedad María.

    Queda lo curioso del caso... el hombre que no tuvo hijos nos ilumina para celebrar el Día del Padre, aunque ya se sabe, aunque no se sepa con certeza, aquello de los hermanos y hermanas de Jesús.