03293-77.CINE: El editor de libros

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    EL EDITOR DE LIBROS es una película de Reino Unido, año 2016, de 100 minutos de duración, de 30.000.000 de euros de presupuesto, dirigida por Michael Grandage, guión de John Logan (Libro: A.Scott Berg), música de Adam Cork, fotografía de Ben Davis, montaje de Chris Dickens, interpretada por:

Colin Firth (Max Perkins)

Jude Law  (Tom Wolff)

Nicole Kidman (Aline Bernstein)

Laura Linney (Louise Perkins)

Guy Pearce  (Francis Scott Fitzgerald)

Dominic West (Ernest Hemingway)

     Cuenta la actividad editora de Max Perkins, y su especial relación con Thomas Wolfe y Aline Bernstein, dentro de un ambiente familiar, que se amplia, circunstancialmente, con  F. Scott Fitzgerald y Ernest Hemingway.

   Una parte importante de la NARRATIVA se sostiene en una extensa lectura de textos de Wolfe, y en especial la modificación de los mismos para adaptarlos a una mejor comprensión del lector, y sobre todo a una mejor venta. Evidentemente Cómodo Centón disiente; lo escrito está escrito, y bajo ningún concepto se puede cambiar, si lo escrito es o pretende ser literatura. Dicho de otro modo; cortar un texto o modificarlo porque lo dice el editor, es una fuerza de la debilidad del escritor y de su excelsa miseria, ya que antepone la publicación, la venta y reconocimiento a la literatura misma. Así, dice Cómodo Centón que el oficio de la creación humana no se puede vender.

    El GUIÓN antepone el dialogo a la acción, la explicación de lo hechos a la intuición, la vena explosiva de Wolfe a la posibilidad de deterioro mental, y en esa dualidad no igualitaria reside el desarrollo cinematografico, lo que hace que no se sepa si Jude Law ejecuta el verdadero ser de Thomas Wolfe o simplemente sobreactúa y magnifica una sicología, pero lo cierto es que da una visión muy especifica de un hombre construido para sí mismo y poseído de una cierta falta de respeto por sus semejantes, al tiempo que encadenado a su editor; éstas dos personalidades se reflejan por una parte con Aline Bernstein y por otra parte con Max Perkins. Tanto Colin Firth como Nicole Kidman contribuyen al concepto inglés de filmación, y entre los tres citados conforma una cinta agradable de ver y que está dirigida al mundo de los lectores de libros.

    La ESCENOGRAFÍA, tanto en mayoritarios interiores como en escasos exteriores, resulta un elegante compuesto de frialdad penetrante salvo en las escenas familiares. Destacan blancos y blanquecinos azulados con fondos borrosos y turbios, grises sucios. Los DECORADOS de exteriores reflejan un trabajo bien hecho en sus terminaciones y en cuanto a los interiores el Área de Arte refleja bien el ambiente, sin que en la visualización se perciban ni excesos ni defectos de útiles. La FOTOGRAFÍA es profesional en cuanto al manejo de la LUZ, la cual centra constantes entradas de haces laterales sobre los protagonistas, en primeros planos sobre una parte del rostro y en contraluces, siempre contrastando lo blanco del haz con lo negro del entorno, lo que relaciona la frialdad de la escena con la sicología de los protagonistas principales.

    La CÁMARA se mueve bien, en ocasiones libremente o bien se centra en las escasas panorámicas y planos generales, con algunos travelin, un movimiento semicircular de la cámara alrededor de la mesa de la cena, un especial entre picado-cenital sobre un camino, suaves picados durante las cenas y diversos leves contra-picados en las escenas de máxima expresividad de Jude Law, que se responden con frontales en los momentos de Nicole Kidman, dejando la preferencia de los planos medios para Colin Firth. Pero sobre todo destacan, por su visualización,  los primeros planos de los personajes y la abundancia de planos de detalle como zapatos y manos, con planos generales de zapatos y gente caminando por la calle, mientras que  El RITMO responde a largos no especialmente lentos.