03317-54.IMPOSIBLES: El matrimonio de Centona y Centón

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     El Centón se casó con La Centona, y La Centona se casó con El Centón; y ambos se casaron equivocados, porque casi todos pensaron que Centona y Centón se equivocaban al casarse de aquel modo. Tal vez en aquel momento estaban errando, tal vez porque la duración del matrimonio sería breve, pensaron casi todos.

    Casi todos los que presenciaron el matrimonio de La Centona y El Centón, presintieron que aquel modo de casarse, por lo civil en la España de abril del año 1979, tenía poco recorrido en el espacio y un tiempo muy finito de duración.

   Boda, lo que se dice boda, no hubo. Centón y Centona firmaron un papel ante el juez como quién firma una compra-venta o la constitución de una sociedad mercantil.

   Planteado así, el Contrato Matrimonial o compartir una casa, una cama y una mesa, evidenciaba, en si mismo, un futuro sin futuro, ya que en el fondo de aquella contratación parecía existir, tan solo, un acto legal marcado por el imperativo legal; algo frío, casi helado, sin la calidez de la despedida de soltero, sin los acontecimientos de los preparativos, sin la lista de boda tan común en aquella época, sin los trajes ni los vestidos, sin la fiesta, bulliciosa y alegre, del baile nupcial...., planteado así parecía como un casarse a la fuerza, como un porque sí, por hacer algo. 

   Y la pregunta nacía, con necesidad y precisión, ¿cuánto duraría tan desangelado matrimonio?

   Cuarenta años, casi. Y si a Centóna o a Centón la vida les deja... otros casi cuarenta años.