04143-91.CINE: El hilo invisible

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     EL HILO INVISIBLE es una película Usa, de 2017, drama/romance, de 130 minutos, presupuesto de 35.000.000,00 dolares, dirección, guión y dirección de fotografia de Paul Thomas Anderson, decoración de Mark Bridges y Véronique Melery, escenarios de Rohan Harris, montaje de  Dylan Tichenor, música original de Jonny Greenwood, sonido de Adrian Bell y John Midgley, maquillaje: Daniel Lawson Johnston, y reparto con  Daniel Day-Lewis (Reynolds Woodcock), Vicky Krieps (Alma), Lesley Manville (Cyril Woodcock). Cuenta una HISTORIA de amor entre un modisto y su esposa, con la hermana del modisto en medio. 

     Si algo define EL HILO INVISIBLE es la estética; la cinta es una sucesión interminable de sensaciones y percepciones, la búsqueda de la belleza en cuanto esencia relacionada con experiencias y juicios que intercalan la moda del vestir con una relación humana que funciona mal con la bondad y funciona bien con la maldad. Por una parte el MODISTO (Reynolds Woodcock), inmerso en sus paños, por otra la ESPOSA (Alma), centrada en captar la atención del modisto, y por otra parte la HERMANA (Cyril Woodcock), ubicada como un valor centrado y externo al matrimonio. 

       Daniel Day-Lewis (Reynolds Woodcock) expresa más con lo que no dice, su mundo interior se muestra doméstico, quiere trabajar en compañía de su esposa y su hermana mientras exige el silencio de ambas mujeres en una clara demostración de dominio macho/genio sobre hembras/incapaces, de forma que en éste periodo de bondad que funciona mal transcurre dos tercios de la cinta. Todo cambia cuando el modisto cae enfermo por la ejecución deliberada de la esposa y ante la impotencia de la hermana, de modo que en este segundo periodo, donde la maldad funciona bien, nacen los sentimientos que promueven el desarrollo de la historia de amor, cuya culminación se encuentra en la última secuencia. Vicky Krieps (Alma), sin embargo, impone un papel más enamoradizo pero sometido, expresando más con lo que dice, mientras que Lesley Manville (Cyril Woodcock) desarrolla un papel como de convidada de piedra. Los tres están magníficos.

     La MÚSICA, salvo en varias secuencias, está incrustada hasta en la médula de la cinta; destaca el piano. Resulta, en ocasiones cargante e innecesaria, extraña en cierto sentido, siempre melódica, en ocasiones atronadora, persistente y agotadora, presentándose como narradora e interprete. El RUIDO no es consistente, y solo se aprecia en diferentes momentos. El MONTAJE es lineal, une interpretación y música, asociándose a la NARRACIÓN con cadencias definidas y un RITMO largo y lento requerido por escenas pausadas, sentimentales, tristes, en forma de fotos fijas donde predomina el silencio y la ausencia de DIALOGO, con frases cortas y discursos estrechos, lo que es consecuencia de un GUIÓN medido que se impone a la relación actor/director. 

     La DIRECCIÓN interviene en todas las fases del productos, ejerce su indiscutible poder tanto en las aéreas técnicas como expresivas. con carencia de Dirección de Arte, donde los DECORADOS en interiores son los elementos de soporte básicos, destacando las sucesivas secuencias en las escaleras así como la escena en la que Reynolds y Alma se conocen, permitiendo CAMPOS ESCÉNICOS al servicio de lo actores y que permiten el trabajo del Director. Se añade un VESTUARIO espectacular, de alta costura, un MAQUILLAJE significativo y suave, así como una adecuada PELUQUERÍA. 

     La CÁMARA ocupa una angulación horizontal, planos medios y primeros planos determinan la acción y la representación entre planos de semiconjunto, con expresividades bien encuadradas y contenidos definidos, en general buena distancia de la cámara respecto a la realidad descrita por los planos. El COLOR presenta grises en panorámicas y ambientes, azules y blancos en planos de sentimientos ocultos, ocres intensos, casi incendiarios, en intenciones y pensamientos de los personajes, y se observa una concentración de colores en el centro del fotograma, con negros laterales en ocasiones y difuminados, así como tonalidades imbuidas de una ILUMINACIÓN que se presenta mediante haces laterales y de recorte, que adormecen en partes oscuras y muestran las aparentes indecisiones de los personales. 

     EL HILO INVISIBLE es un cuento de amor fuera del uso y desarrollo narrativo común, ya que presenta un amor hacia el interior de la pareja y sin intervenciones externas de terceras personas, lo que puede producir cierta agonía en el espectador al faltar el factor "tercero" o discordante, de forma que los esposos son, a su vez, los amantes. Estamos ante una cinta preciosista que es merecedora de ser vista.