04169-72.POLÍTICA: Humanidades y Técnicas

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      Cuando LAS TÉCNICAS no existían, las HUMANIDADES dominaban el mundo; sin técnicas, las humanidades concibieron a las técnicas, y las crearon como una expresa necesidad de que las humanidades habían acertado creando a las técnicas; fue un acto de orgullo personal de las humanidades lo que hizo posible la existencia de las técnicas. 

    Siempre, en el proceso humanidades/técnicas, fueron las humanidades por delante, pues cada vez que las técnicas daban un paso, las humanidades habían resuelto los conceptos de ese paso, lo que era así ya que las humanidades pensaban y desarrollaban el paso que las técnicas hacían posible. Dicho de otro modo: sin idea no hay paso, dice Cómodo Centón, es decir, las técnicas siempre depende de una idea previa que es proporcionada por las humanidades, de forma que sin las ideas de las humanidades, las técnicas no son posibles. Quiero hablar a distancia, llegar donde mi voz no llega, dicen las humanidades, y se despiertan las técnicas, se enciende un fuego y se tapa con un tejido, se retira el tejido, sale el humo, y ya puedo hablar con aquel que vive a varios kilómetros de distancia. 

    Toda SOCIEDAD necesita de humanidades y de técnicas; las técnicas fijan el desarrollo de las actividades ordinarias, diarias, permiten que la sociedad viva, mientras que las humanidades hacen posible que las sociedades funcionen, tengan vida, existan; es decir, dice Cómodo Centón, las técnicas permiten el ser, mientras que las humanidades permiten el existir. 

     Ambos, humanidades/técnicas, dejan atrás sus esencias; así, el fuego/tejido de las técnicas muta en teléfono, mientras que la idea de hablar con otro muta en la idea de hablar más eficazmente con otro. El proceso se hace así eterno, toda idea anula a la anterior y genera una nueva, de forma que, a la par, todo avance técnico rechaza el instrumento anterior y genera uno nuevo. En ocasiones la idea es tan gigante que genera un paradigma como punto de inflexión, de modo que los instrumentos de uso cotidiano/ordinario mutan de modo gigante.

    Ahora bien, si las humanidades se estancan, se estancan las técnicas; las técnicas obran sobre un círculo, mejoran el círculo, lo primero para sentarse fue una piedra, luego la silla, el sillón, el trono, pero siempre dentro de un círculo, de forma que para pasar de la silla a "otra cosa" se hace necesario una idea que rompa el círculo y que permita a la técnica llegar a "otra cosa". Hay épocas históricas que las humanidades se han estancado, lo que no permitía la evolución de las técnicas, y otra épocas que se dispararon las humanidades y, por lo mismo, se dispararon las técnicas.  Los cazadores/recolectores tuvieron una idea: el trigo; y llegaron los agricultores. La revolución industrial, medida contando dedos, tuvo una idea: el ordenador; y son las máquinas las que cuentan sin dedos. 

     Como quierase que La Sociedad no disponía de instrumentos rápidos de comunicación, todo libro, una vez escrito, tenía que ser copiado a mano, de ahí que las ideas parecieran durar toda la vida. Más cuando las máquinas empezaron a hacer copias de un libro, parece que las ideas no duran ni un día. Esto hace que el dominio de las humanidades sobre las técnicas se haya venido a bajo, y parezca que estamos, siglo XXI, en un mundo donde las técnicas dominen a las humanidades. Sin embargo, tal aparente actual dominio tiene su limite ya que sin nuevas ideas se agota la técnica. 

     En general, dice Cómodo Centón, a todo periodo de dominio de las humanidades sucede un periodo de dominio de las técnicas, y cuando la técnica se agotan, se necesita de la idea. Así, la técnica del absolutismo se superó con la idea de la división de poderes, y la división de poderes fue posible con la técnica de la democracia. Conforme a esto, la sociedad del siglo XXI está estancada en una técnica llamada democracia... ¿qué idea superará a la técnica de la democracia? pregunta Cómodo Centón.