01686 (01.12.2013 - Entre la Unión Europea y la Unión Aduanera Eurasia)
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I: INTRODUCCIÓN
ALEKSANDR LUKASAHENKO es presidente de Bielorrusia desde 1994; pertenece al Partido Comunista de la Unión Soviética (1979-1991), a Comunistas por la Democracia (1991-1992), y en la actualidad es Independiente desde 1992. Su adscripción política está en la línea de PUTIN de Rusia.
Es el único presidente que ha tenido Bielorrusia; tal circunstancia genera, de facto, un sistema de dictadura encubierta propia de la Sociedad Pre/Democrática Infantil/Femenina. Oculta, a su vez, todo un entramado de corrupción institucional y detenciones arbitrarias de opositores. Estamos ante el típico caso de un político corrupto cuya vida política y personal penden de su posición de poder, ya que el día que pierda dicho poder será sometido a juicio o bien tendrá que refugiarse en Rusia.
II: ELECCIONES 2020
A la vista de lo anterior, Aleksandr Lukashenko, no puede caber duda, ejerce un dominio total sobre el entramado estatal, de modo que puede violentar los resultados electorales a su antojo, adjudicándose los porcentajes necesarios para seguir disponiendo de un poder absoluto, de modo que la Oposición carezca de verdadera influencia en los asuntos públicos.
La primera reacción ante los resultados de las Elecciones 2020 llegó desde Rusia (Putin) y desde China (Xi Jinping), el primero un dictador encubierto de democracia y el segundo un dictador absoluto. Con tales reacciones queda evidenciada la realidad del Estado de la República de Bielorrusia.
Ya en 2014, tras la elecciones, las protestas proeuropeas y nacionalistas no lograron su objetivo de acabar con Lukashenko, quién se limitó a cesar al primer ministro Víktor Yanukóvich. Sin embargo, las protestas de 2020 no han de lograr ni tan siquiera tal cesión de Lukashenko de prescindir de sus colaboradores, prueba de lo cual es la respuesta de Lukashenko, "hasta que me matéis, no habrá otras elecciones", y semejante amenaza podría cumplirse, sin pudor alguno, cambiando la Constitución de Bielorrusia, al contar Lukashenko con la absoluta mayoría en el parlamento.
La cotrarreacción ha venido de la Unión Europea, semejante a la acontecida en Ucrania hace unos años. CHARLES MICHEL, presidente del Consejo Europeo, ha manifestado que "el pueblo de Bielorrusia tiene derecho a decidir su futuro y a elegir a su líder libremente", y ha convocado una Cumbre Extraordinaria de jefes europeos para conocer de la situación en Bielorrusia, cumbre que no va a tener efectos prácticos por dos razones; la Unión Europea carece de influencias sobre Bielorrusia, y Bielorrusia cuenta sus fronteras con Rusia.
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