sábado, 26 de febrero de 2022

06783-667.EUROPA: 58.Ucrania: Lágrimas de cocodrilo: 13.¿Quién manda en el mundo?

DOCUMENTO ANTERIOR
06779 (24.02.2022 - 57.Ucrania
                                  04.De una imposible invasión
                                  02.De los hechos consumados 
                                       y la No/Guerra a la Negociación)

DOCUMENTO POSTERIOR


I: LA HORA DE LAS LÁGRIMAS DE COCODRILO

      No hay como las lágrimas derramadas por rey Boabdil cuando fue derrotado por los Reyes Católicos de España.

        LAS LÁGRIMAS, dejando las basales y las reflejas, son emocionales y responden tanto al dolor como al placer. Por su parte, el COCODRILO llora para hidratar sus ojos cuando emerge del agua, y emerge del agua para matar y comer. 

         En el caso de los HUMANOS, hidratamos, por lo mismo, los ojos, cuando vemos el amor, pero tan bien la desgracia. Y en el caso de las desgracias ajenas lloramos de pena mientras permanecemos impasibles ante las desgracias ajenas. Pero, lloramos, al cabo, porque tenemos que hidratar los ojos mientras comemos en nuestra casa y vemos en la televisión las bombas caer en casa ajena. 

        Tal realidad, hipocresía mientras comemos, suele ser contrarrestada con la alegría si dejamos de ver, en la televisión, las bombas caer en casa ajena. 

        Sucedió en Afganistán, en Yemen, en Mali, en Birmania, en Siria, y en otras guerras que aún siguen existiendo sobre la Tierra, hasta que dichas guerras mutan en guerras olvidadas porque los medios de comunicación han de cambiar de noticia para seguir extrayendo lágrimas de cocodrilo de aquellos hipócritas que lloran mientras comen tranquilamente en sus casas.

     Nos dice Cómodo Centón que allá donde intervienen rusos, usas y chinos, la guerra se vuelve crónica e interminable, siendo el resultado un empate entre las partes que terminan por asentar las divisiones, entretanto de la Unión Europea manan lágrimas de cocodrilo y discursea con el Mito de los Derechos Humanos

II: ¿QUIÉN MANDA EN EL MUNDO?

     ¿Quién manda en el mundo? de Cómodo Centón, nos dice:

     La consecuencia de un choque entre dos pueblos, al que generalmente llamamos guerra, es el PATRIOTISMO. 

     Cuando en un pueblo queda la sociedad que lo conforma dividida en ociosos y no/ociosos, y se denota un choque entre dos pueblos, la única forma que tiene el ocioso es formular el concepto patriótico de la vida y la existencia, pues ambas están en peligro como resultado de la invasión de un pueblo sobre otro, y cuyo destino cierto es la aniquilación de uno a manos del otro, lo que desata y hace aflorar la defensa de la familia propia en contubernio con otras familias, de forma que la situación del grupo es percibida por encima de la estrictamente familiar. 

      Ahora bien, sino hay confrontación o enemigo exterior, no hay patriotismo, ya que el patriotismo se vuelve familiar y por encima del grupo social, siendo aquí el enemigo exterior otra familia del mismo pueblo. 

      Es decir, el patriotismo se diluye en la paz.

    Lo anterior implica que, para mantener un nivel óptimo de patriotismo, es necesario la escenificación de un peligro exterior, exista o no exista tal peligro. La característica esencial del patriotismo reside en levantarse en armas, sublevarse para vivir o morir, y en esto de las armas solo cabe vencer o morir. Ahora bien, para lograr un patriotismo férreo es necesario que un pueblo sea portador de una idea común de futuro, y esto se consigue cuando un pueblo está compuesto de una sola raza, de una sola lengua, de una sola creencia, todo reunido en un solo nacionalismo. 

     Sí un pueblo no posee ese solo un nacionalismo, dicho pueblo está partido y su nacionalismo se reduce a un concepto infantil/femenino de su existencia, de modo que, por lo mismo, dicho pueblo es fácilmente derrotado, y en su derrota clama una ayuda exterior que solo ha de conducirle a ser una colonia, bien del agresor, bien de defensor. 

     Por definición, conforme Cómodo Centón, Toda UNIÓN es una falsa unión. La historia da muestras evidentes de cómo varias naciones/estado unidas ayer, con un propósito determinado, se desunen hoy, con un distinto propósito determinado, en una serie interminable de uniones paranoicas, donde las relaciones de unión conllevan desuniones y nuevas uniones con el solo propósito de alcanzar determinados objetivos temporales de conveniencia de cada una de dichas naciones/estado. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario