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07714 (22.09.2023 - 01.Contribución a Así habló Zaratustra
de Nietzsche: Antecedentes e Idea)
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07720 (25.09.2023 - 03.Contribución a Así habló Zaratustra
de Nietzsche
02.Introducción: Estructura y Estilo)
III: INTRODUCCIÓN
ASÍ HABLÓ ZARATUSTRA de Federico Nietzsche es un cuento en prosa con connotaciones liricas, donde lo prosaico evidencia un pensamiento resultado de un pensar, de lo cual tenemos pruebas continuadas a lo largo del texto.
En el sentido del párrafo anterior, la NARRATIVA del texto, de la que algunos dicen que es lírica y profética, es una prosa conformada de monólogos que no dialogan, sino que se imponen a la posibilidad del diálogo. En general no encontramos argumentarios que lleven a conclusiones, sino conclusiones en sí mismas que, por lo mismo, se presentan como verdades únicas en forma de proposiciones definitivas cuya verdad no cabe ser discutida, de modo tal que Zaratustra se muestra como la única posibilidad de conocimiento que existe; él es el maestro que ha recibido la verdad del Sol y cuya misión es extenderla sobre la Tierra.
En esta línea encontramos, entre otros, a Jesús de Nazaret, entre los dioses, o a Don Juan de Castaneda, entre los humanos, aunque ambos afirman disponer del “saber” que transmiten al haberlo recibido de sus correspondientes maestros, lo que es una falsedad que permite ocultar la verdad, la cual es que tanto el primero como el segundo citados, y la totalidad de los no citados, así como Zaratustra, son autores ciertos y evidentes de la creación de una doctrina que se sostiene en el conocimiento anterior de otras personas. Tal es lo que encontramos en los diversos cuentos mitológicos que han forjado las diferentes civilizaciones; así, lo que fluye sin que se agote el manantial, lo que se encarna infinitamente, lo que precede de un huevo primigenio, lo que posiciona a una roca como culmen de una montaña, lo que fecunda creando vida de la nada, la sangre de cuya masa nace el hombre, el halo vengador del sufrimiento y el trabajo, o la evolución como desarrollo del estado de las cosas, de modo que toda explicación tiene por resultado genera una doctrina.
Todo CREADOR de una DOCTRINA se caracteriza por poseer la capacidad del “pensar”, por materializar las “ideas del pensar” en una doctrina, y por contar con la “voluntad” de enseñar sus inventados conocimientos a quienes carecen de la capacidad de invención. De tal manera, todo creador es un nivel superior humano, donde anida el supremacismo individual, frente a la vulgaridad de los hombres incapaces de crear; en esto encontramos la esencia de “Así habló Zaratustra”.
Nos dice Cómodo Centón que CREAR es un acto imposible de describir ya que se crea sin saber, con certeza, como se ejecuta; añade como “crear” es tomar una idea y hacerla pública, “repetir” es tomar una idea pública y hacer que engendre sub/ideas, y como la “memoria” es aprehender y transmitir sub/ideas. Así, crear es lo propio del creador, repetir es lo que hace un maestro, y memorizar lo que determina al alumno.
Parte de la narrativa es descriptiva en cuanto a los movimientos físicos que realiza Zaratustra, del cual solo sabemos que era joven al descender de la montaña, y que cuando se marcha, no sabemos a dónde, tal vez con su padre El Sol, es viejo y su barba es blanca, y que se traslada desde oriente a Europa para la recluta de ignorantes. Por otra parte, la narrativa es discursiva en la medida que no se dialoga, sino que se ejecutan discursos inconexos, en ocasiones reiterativos y sin un fin en sí mismos, sino como alegorías que conducen a callejones sin salida, y se caracterizan por su agotamiento en sí mismos, lo que lleva al aburrimiento en el lector ante tanta palabra y frase fútil, siendo el resultado un enredo de pensamientos vacuos que Nietzsche explota hábilmente con el objetivo de formar un mundo imposible de contraargumentar.
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