DOCUMENTO ANTERIOR
07910 (01.12.2023: 26.Contribución a Así habló Zaratustra
de Nietzsche
08.Otros conceptos de Hombre
05.El Hombre de la Plaza Pública)
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07931 (14.12.2023 - 28.Contribución a Así habló Zaratustra
de Nietzsche
09.Otros conceptos de Hombre
El Hombre Superior)
La Historia no ha contemplado la existencia de la MUJER como un elemento social, sino como una No/Persona que contiene un amplio sentido de sujeción al Hombre.
Si bien ya existen débiles ideas sobre un NUEVO CONCEPTO DE MUJER, lo que se genera en rededor de Nietzsche es que el Hombre debe de dejar de contemplar a la mujer como un elemento decorativo o de trabajo, según clase social, de forma que la mujer no es un “bien” con el que comerciar mediante el matrimonio, ni presentarla como resultado natural de una emotividad excesiva, lo que lleva a reclamar la igualdad de derechos en cuanto que ambos son iguales ante Lo/Eterno y por tanto participes de las mismas leyes morales, pero no que hombres y mujeres sean iguales. Añade la Idea de la Mujer que el hombre parece estar llamado por Lo/Eterno para el ejercicio de una mayor virtud, por lo que la Idea de la Mujer no es vulnerar el orden natural de los sexos, sino inquirir del hombre los cambios sociales que hagan recalar en la mujer los mismos derechos que tienen los hombres.
El Hombre, sin embargo, no atiende a la petición del párrafo anterior, lo que implica una rotura cuando la petición de la mujer se vuelve una exigencia. La pregunta es: ¿eres capaz, hombre, de ser justo?, y se afirma que la mujer nace libre y permanece igual al hombre en derechos, de forma que la soberanía se ubica en la nación como conjunto de personas, siendo así como existe el derecho al voto en la mujer, acceder al trabajo público y a la vida política, supresión del matrimonio, protección de la infancia y hogares para los mendigos. Pero destaca la idea de que, si una mujer puede subir al cadalso, también puede subir a la tribuna.
Lo que muestra que las leyes son opresivas para las mujeres y que sostienen la desigualdad por sexos.
Nietzsche presenta, en primer lugar, una vía paralela a todo lo anterior, cuando escribe que “solo quien sea bastante hombre será capaz de emancipar en la mujer a la mujer”, es decir, es el hombre quien cede un derecho a la mujer, aunque nadie tiene la potestad de reconocer el derecho de otro.
Más, la realidad se impone; cuando Zaratustra habla de El Hombre, no habla de La Mujer; no existe en Zaratustra la Idea de La Persona. Las funciones que diferencian al hombre de la mujer se simplifican por Nietzsche en la realidad de que el Hombre está hecho para la guerra y la mujer para engendrar, por esto el Hombre y la Mujer son extraños el uno para el otro
Una mujer es un conjunto oculto de esclavo y tirano, son, las mujeres, gatas y pájaros, vacas, un ser incapaz de ejercer la amistad; la mujer solo conoce el amor. Reconoce Zaratustra que hay alma en el hombre y en la mujer, no obstante, en el hombre es profunda en tanto es superficial en la mujer, y si bien el Hombre es un ser inclinado al mal, es la Mujer malvada, lo que se evidencia en el hecho de que "el hombre es para la mujer un medio y el hombre es siempre un hijo", de forma que “una mujer no está preñada más que de su propio hijo”
Para comprender, que no aceptar, el concepto de mujer, basta con acudir a Schopenhauer, “las mujeres son faltas de inteligencia”, la mujer “es de razón débil”, o “solo comprenden lo concreto”, y “han sido creadas para la propagación de la especie” entre otras variadas consideraciones. Y es en todo esto que se aprecia que Nietzsche hable del hombre como aquel que ha de superar al hombre y mutar en superhombre; no existe la supermujer.
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