01688-189.ESPAÑA: 06.Constitución de 1978: 02.La mejor ley de la historia de España

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                                             III: DE LA CONSTITUCIÓN DE 1978

    Ya hemos dicho (ver documento 01687 de este índice) que a los españoles del año 2050 o Tercera Generación de la Democracia o Generación del Año 2010 corresponde cambiar la Constitución de 1978, la cual para el año 2050 tendrá cumplidos más de 70 años. Para tal fecha de 2050 los combatientes de la Guerra 1936-39 yacerán, además de muertos, olvidados por los más y apenas recordados por los menos, y posiblemente quede alguien que seguirá buscando "huesos" y reclamando responsabilidades... en virtud de una ya vieja memoria histórica.

    Para la mejor comprensión del párrafo anterior se hace necesario recordar el TEOREMA DEL PUELO Y SUS GENERACIONES de Cómodo Centón, donde se afirma que para que un "pueblo" llegue a vivir bien es preciso, a lo largo de su historia, que algunas generaciones tengan que sufrir (ver documento 01680 de este índice).

    Porque el HOMBRE, y a pesar del "griego que nunca escribió", no se conoce a sí mismo, ni ganas que tiene..., de modo que el Hombre en vez de tomarse a sí mismo como propiedad de sí mismo, prefiere tomar propiedades externas, dejando de tal modo de hacer su vida para hacer la vida de aquel que fue muerto-asesinado y mal-enterrado en una guerra y en un suceso cuyo destino es ser, simplemente, historia. QUIERE DECIRSE, dice Cómodo Centón, con lo anterior que aquel mira al pasado solo mira su ombligo...

    La CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA de 1978, pasados 35 años de su existencia, es la mejor norma jurídica que jamás ha tenido España.... y lo es porque los que la hicieron no la reconocen, porque los que no la hicieron no la entienden, y, en general, porque unos y otros la toman a su antojo y siempre en función de los beneficios que de la misma puedan ser obtenidos. Parece como si todos la odiasen, como si todos esperasen que esa Constitución tan odiada fuese amada por los otros, de modo que aún siendo rechazada todos quisieran que nadie la rechazara... porque esa Constitución de 1978 es, al cabo, la madre eterna de todos los españoles, de aquellos que lo son porque lo son y de aquellos que no lo son porque ignoran que lo son.

    La CONSTITUCIÓN de 1978 funciona por su propia grandeza..., NADIE la quiere, más NADIE puede cambiarla; y es en esto donde reside su extraordinario poder. Y cuanto más se fraccionen las CORTES ESPAÑOLES en multitud de mediocres partidos políticos, más cierta será la imposibilidad de cambiar la Constitución y más grande será el poder de la misma, dice Cómodo Centón, aunque el sin-gobierno de España se convierta en una realidad.

 

 

                               IV: DE LOS 35 AÑOS DE LA CONSTITUCIÓN DE 1978

 

     Para amargura de todos, y cuando se dice de "todos" es de todos, la Constitución de 1978 es, ya se ha dicho, más fuerte que nunca, y lo es por dos razones esenciales, siendo la primera que por "todos" es odiada, y siendo la segunda que por "todos" es imposible de cambiar, lo que da lugar a dos soluciones contrarias... bien se queda como está, bien se organiza una guerra, gana "uno" y la cambia para "todos".

 

    El Partido Popular es quién más la ama, la Constitución s su hija, no en balde fue la derecha la que aportó cuatro de los siete "padres" y aún cinco si añadimos a la derecha nacionalista catalana. El Partido Socialista y el Partido Comunista (hoy Izquierda Plural) aman a la Constitución porque con ella han convivido, aunque en su condición de "padres putativos" ya que cambiaron la franja morada de la bandera por la franja roja. Además tenemos a UPD como hijo de la Constitución de 1978, que con todos los respetos por "su madre" la contempla como muy complaciente en algunas partes de su articulado y especialmente dada a favorecer a sus "hijos nacionalistas-separatistas".

 

     Y tenemos a "todos los demás", los NACIONALISTAS (CIU, PNV, ERC, Compromís-Equo, BNG, Amaiur y Geroa Bai) que reniegan de su origen y se inventan uno nuevo para mandar en su particular cortijo.

 

     La SUERTE de la Constitución es que no obliga, y esa suerte es la DESGRACIA de todos esos pequeños burgueses nacionalistas, algunos vestidos de izquierdistas. Porque la Constitución de 1978 no los necesita pero los arropa, los defiende y les ayuda, y tal actitud de la Constitución es lo que delata en los "regionalistas devenidos en nacionalistas" la miseria de su soez pensar, dice Cómodo Centón. Y es "soez" porque no es "agradecido" con una Constitución con la que se puede estar o no estar de acuerdo, pero que merece el respeto de ser la única Constitución Española que nació para ser de todos, aunque a nadie guste y nadie pueda cambiarla.