01755-99.GENERALIDADES: 02.Del acoso al escrache: La Justicia justifica el acoso

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01758
02747 (17.02.2016 - 03.Del acoso al escrache. Dónde las dan, las toman)

02846 (07.04.2016 - 04.Del acoso al escrache: 02.Javier Barbero en el juzgado)

       Sabemos, en este índice de documentos ya se ha escrito, que TODAS LAS LEYES MIENTEN, y sabemos que mienten a conciencia de que mienten, esto es, TODAS LAS LEYES PREVARICAN.

       Así, la AUDIENCIA PROVINCIAL DE MADRID, Sección 16, ha decidido denominar al ACOSO con esa palabra ESCRACHE, fea de condición, para otorgar la impunidad de acosar a la participación democrática. Hay que tener una mente muy enferma para determinar que presentarte en la casa de tu vecino e insultarle con pancartas y a viva voz es un derecho democrático; hay que tener una mente muy perversa para afirmar que la DEMOCRACIA consiste en insultar a una persona en la puerta de su domicilio y en una manifestación de 300 personas que no ha sido autorizada conforme la Ley.

      Pero ya se sabe, todas las leyes mienten y prevarican; es lo que tenemos. CÓMODO CENTÓN pensaba que cuando "uno" no está conforme con "otro", ese "uno" se va a los tribunales y dirime allí la cuestión. Pues no, según la Audiencia Provincial de Madrid, Sección 16, cuando "uno" no está conforme con "otro", ese "uno" se va a casa del "otro" y como parte de una jauría humana, tipo las S.A. de Hitler, insulta, grita, de manera que no molesta a los jueces ni les hace trabajar..., de forma que si el "otro" se va al juzgado... ya se sabe, es el culpable porque molesta a los jueces cuando podría haber resuelto el asunto saliendo al balcón de su casa con una pancarta contra el "uno" que está gritando en la calle.

      El ARGUMENTARIO de la Audiencia Provincial de Madrid, Sección 16, es que la concentración de 300 personas frente a domicilio ajeno es un mecanismo ordinario de participación democrática de la sociedad civil, aunque la concentración sea ilegal. Por suerte no hubo incidentes violentos y apenas duró veinte minutos, durante las cuales hubo un vocerío de consignas y agitación de pancartas. Tal expresión del pluralismo de los ciudadanos no perseguía quebrantar la voluntad del "otro", ni hubo coacciones, ni se fue por la vía de la amenaza, ya que no tenía el "uno" la intención de causar perjuicio al "otro"...., de lo que a Cómodo Centón le asalta una pregunta... ¿si no tenían intención de causar daño, ni amenazas, ni violentar la voluntad, ni causar perjuicio, a qué fue el "uno" a la casa del "otro" con consignas y pancartas.