DOCUMENTO ANTERIOR: 01839 - 01844
DOCUMENTO POSTERIOR: 01907 - 02169 (06.02.2015)
Ya vimos como es el ESPÍRITU SANTO aquel que chiva a los oídos de los "bisagras" (para los intelectuales "cardenales") el nombre del Papam (ver documento 01363 y 01365 de este índice), aunque es bien cierto que no todos los cardenales oyen el mismo nombre de ahí que sean varias las votaciones que se requieren, o bien que el Espíritu Santo tenga a bien confundir a los bisagras para dar emoción a la designación, o bien que el Espíritu Santo sencillamente dude por no ser perfecto, tal vez por no haber escuchado el nombre dadole por Dios.
Pues éste, aquel que no lo tiene claro a la hora de elegir Papam, el ESPÍRITU SANTO, es el mismo que, según FRANCISCO I PAPAM, determina el concepto de inteligencia, ya que, según Francisco I... "el don del intelecto está estrictamente conectado con la fe cristiana", de manera que puede deducirse que el resto de las "fe", además de no tener carácter universal, al ser la Iglesia de Roma la única católica, se sostinen en la mentira. Así que quién no tiene fe y no escucha a la Tercera Persona es, de facto, un ignorante que carece del estricto intelecto.
El ARGUMENTARIO de Francisco I Papam Intelecto reside en que la fe permite que el Espíritu Santo habite en el corazón del hombre y pueda la mente del hombre comprender el mundo, de forma que el Espíritu Santo abre los ojos del hombre, incapaz de abrirlos por sí mismo, reconociendo a Dios que es inteligencia, rompiendo el velo de la oscuridad que tapa corazón y mente de los seres humanos, lo que lleva a concluir que solo de tal modo, con fe, se puede comprender la profundidad del mundo.
Dicho en lenguaje común... el cristiano es inteligente, los demás son burros. He aquí al Papam que ha venido a cambiar a la Iglesia Católica.
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