sábado, 19 de diciembre de 2015

02646-342.ESPAÑA: 05.¿Votar, para qué?

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02619 (05.12.2015 - 02.¿Votar, para qué?)

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02903 (07.05.2016 - 08.El Guateque: Fin de la fiesta de la imbecilidad)
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                                                         I: VOTAR O NO VOTAR

     Votar o no votar, he aquí el asunto que aguarda, como cancerbero rabioso, al Ser Humano Moderno, ese "ser que cree ser no siendo ser" y que en su vanidosa soberbia conjura la idea que votar puede servir para algo, como para algo puede no servir. ¿Por qué someter al Ser Humano a semejante trilema?, sí, trilema, pues en su decidir a quién votar puede hacerlo no votando o bien votar a "uno", o bien votar en blanco, o bien votar insultando, que en el sobre del votar toda cabe, hasta el perder el voto tras votar.

    Hay Seres Humanos convencidos de "su no votar"; ¿votar?, ¿qué gana el Ser Humano no votando, sí votar o no votar da igual? Ciertamente "no votar" es quedarse con el voto en la mano, ¿y de qué sirve un voto en la mano si ese voto nada ha de contar?, más es una forma de independencia pues si no voto, con el voto me quedo en mi morral, un voto sin valor alguno ya que para nada ha decidido mi voto al no votar, sino como preso en el morral, sin aliento alguno cuando la urna se cierra y llega el momento del contar. En ese preciso instante ya mi voto es un voto inútil, como ese pantalón que ya no se ajusta a mi cintura y que guardo en el armario por ver si algún día, de nuevo, podré llevar. Más ese voto, he aquí la realidad, yace muerto en mi morral cuando la urna se ha cerrado.

   Queda la otra posibilidad, votar. Hay Seres Humanos convencidos de "su votar"; ¿votar?, ¿qué gana el Ser Humano votando, sí votar o no votar da igual? Ciertamente "votar" es quedarse sin el voto en la mano,  ¿y de qué sirve una mano sin voto sí ese voto nada ha de contar?, más es una forma de solidaridad pues si voto puedo las cosas cambiar cuando la urna se abre y llega el momento del contar. En ese preciso instante ya mi voto es un voto inútil, como ese pantalón que ya no se ajusta a mi cintura y que guardo en el armario por ver si algún día, de nuevo, podré llevar. Más ese voto, he aquí la realidad, yace muerto en las manos de un diputado, al que he elegido, pues con el que fuera mi voto, y ahora del diputado lo es, hace el diputado lo que quiere en su morral.
 
    Entonces... ¿qué es mejor, votar o no votar?

    Sí no voto porque mi voto se queda en mi morral, y si voto porque mi voto se queda en el morral del diputado.

                                II: DEL ARGUMENTARIO DEL CENTÓN

     Cómodo Centón NO es un demócrata, pues un DEMÓCRATA es aquel que no sabe gobernarse a sí mismo, esto es, que precisa que otro le gobierne. Todo demócrata, qué duda cabe, es todo ser que vive perdido de sí mismo, cuyo pensar no está formado y, por lo mismo, carece de pensamiento, de ahí que ceda su proceso del pensar no sabiendo que deforma la realidad, bien en pasado, bien en futuro, sin atender al presente que ha de ser su forma de pensar en pensamiento devenido.

    En el ACTO de COMPRA-VENTA se intercambia "programa electoral" por "votos", esto es, entramos en POLÍTICA FINANCIERA ya que el ELECTOR-INVERSOR entrega su dinero, el voto, a cambio de un papelito que nunca se devuelve, ni capital ni intereses, ya que nunca se cumple y que implica, siempre, quiebra de la empresa, de modo que el Elector-Inversor se queda con el papelito y el Partido Político con el voto, es decir, con la justificación de que tengo tanto "voto-dinero" y por tanto puedo ignorar lo que dice el "papelito-programa electoral". He aquí la estafa, dice CÓMODO CENTÓN (ver documento 00892 de 21-01.2012 de este índice)

    Y, además, se hace comprensible el TEOREMA GENERAL DEL VOTO, donde... todo voto es ese papel que deja de tener valor una vez ha sido introducido en la urna, sacado de la misma y contado, dice Cómodo Centón (ver documento 01449 de 30.05.2013 de este índice)


                             III: DEL CONTRA-ARGUMENTARIO DEL CENTÓN

   Claro está... si todo voto se quedase en su morral, ¿quién dirigiría la "sociedad"?, pues si bien es cierto que no necesita Cómodo quién le venga a gobernar, no menos cierto es que necesita La Sociedad que alguien le venga a gobernar.

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