02544 (19.10.2015 - 02.Amantes)
02674 (08.01.2016 - Mi herencia)
Estamos de un agujero hechos,
cada cual en el suyo es copia
perfecta de ese agujero hecho
por nuestras imperfectas manos.
Y hoy he vuelto, una vez más,
a la soledad del agujero que,
ya hace tiempo, mis manos
imperfectas, con dolor, abrieron.
Tras dormir he vuelto, pausado,
a la soledad del agujero de ojos
abiertos, donde reposan los restos
vivos que voy dejando sin saberlo.
Me acompaña, en el lento regreso,
esa autocomplacencia que tanto
odio cuando estoy dulce dormido
y que no permite estar durmiendo.
Y vuelvo por ver si vale la pena
seguir viviendo, a ese mi agujero,
siempre que puedo, que volver
es algo que llevo, no lo se, dentro.
Es ese agujero de realidad impía
que mis dos imperfectas manos
abren en el tiempo, donde respiro,
un pozo de vida que no quiero.
Sin embargo lo transito cada día,
sin ánimo alguno de vivirlo, esté
dormido o durmiendo, tras dormir,
para encontrarme con la realidad
viviendo.
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