domingo, 27 de agosto de 2017

03825-155.GENERALIDADES: Viajar, ¿para qué?

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    Se viaja más que nunca y se ignora más que nunca; se viaja porque el viajar es sinónimo de cultura, pero la incultura es sinónimo de viajar. Se viaja para hacer fotos, para hacer vídeos, para cargarlos en las incultas e ignorantes redes sociales, para hacer ver a los demás lo mucho que se ignora cuando se viaja y la mucha incultura que se posee cuando se regresa del viaje. Se viaja por viajar, por llegar más lejos, para no ver lo que se está viendo, porque "ver" no importa, pues se ve lo que se fotografía y se filma, y luego se olvida en las profundidades de las incultas e ignorantes redes sociales. 

    Viajar es importante porque se viaja, no importa a dónde, no importa a qué; viajar es, en si mismo, el objeto y fin del viaje, de modo que se viaja por viajar, porque lo hizo el conocido que viajó y volvió con el mismo nivel cero de entendimiento y conocimiento con el que inició el viaje. Se viaja porque es guay, muy guay, porque decir "yo no viajo" es como decir "soy un INVIAJANTE", un soso que no sale que casa, que ignora el tamaño de la Tierra, que nunca ha visto amanecer allá en Noruega, valga este tonto ejemplo, que nunca ha subido en un avión ni ha perdido un tren, ni ha bailado en un crucero sobre las extensas aguas de un océano.

     Viajar significa "que no se es un AVIAJANTE", sino un viajante que viaja para no trabajar, sino para que trabajen otros, de forma que el VIAJERO rechaza ser un viajante, pues el VIAJANTE viaja para vender, y viajar por trabajo no es viajar, sino trabajar, de forma que nadie que viaja por trabajo, viaja para adquirir cultura, agrandar conocimiento y entendimiento, sino que lo hace para comer.

    Sin embargo, viajar es también comer, comer mal, a deshoras, a trompicones, no comer si el viaje es tan espiritual que no requiere el espíritu el comer, y es también beber, beber mucho, como si nunca se hubiera bebido, al pairo de la necesaria sensación del beber, de manera tal que el comer y el beber abren el apetito del defecar, del mal defecar por lo que se come y se bebe a destiempos y sin espacios, a la carrera del observar templos, playas, museos, cuyos contenidos no se entienden, ni falta que hace, pues el objeto y fin del viaje es hacer fotos, hacer vídeos, enviarlos a la carrera, como si internet fuese a desaparecer, "mira dónde estoy", "que bonito paisaje", "lo del fondo es una bonita fachada", "que barato es el hotel".

    Viajar es de ignorantes, de incultos, de aquellos que, si viajan, es porque no conocen, pues si conociesen, no viajarian; así es como el AVIAJANTE no viaja porque conoce, entiende, y sabe que viajar no conduce sino a la ignorancia, a la incultura de mostrar que se viaja porque no se conoce, ni se entiende, ni se conocerá, ni se entenderá jamás, ya que se viaja deprisa, se anda deprisa, sin contemplar, sin entender, sin conocer, valga el Camino de Santiago de ejemplo... jornadas diarias de veinte kilometros, ¿para que?, tal vez para obtener un certificado que te permita entrar en el Reino de Los Cielos de Lo Eterno, un lugar donde la democracia no existe.

    El cielo está lleno de aviones, el mar lleno de barcos, la tierra llena de coches y trenes, de senderistas, de ciclistas; todo está lleno. Viajar es un instrumento lleno que lleva a un lugar lleno, un lugar donde no se puede aparcar el vehículo de tracción a motor sino a centenares de metros, donde los que trabajan deciden ejercer sus derechos de huelga, en realidad más que una huelga es una venganza, en contra de los derechos de viajar que tiene el inculto e ignorante que viaja, pues... "por qué ese viaja mientras yo trabajo". Viajar es contaminar el aire con el combustible de los aviones, la tierra llenar con los hierros del "caballo de hierro", los campos con el asfalto, y el mar con los buques que expelen la caca y el pipi de sus cruceristas. 

   Viajar es polucionar la Tierra, ahogar la Naturaleza, desplazar de sus posesiones a animales, plantas y minerales, y volver a casa con el espíritu corrupto de la destrucción causada en lo natural.

     Viajar, ¿para qué?

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