viernes, 16 de agosto de 2019

05300-73.NOTAS PARA UN IMPOSIBLE MANIFIESTO ANARQUISTA: 03.Segunda Era: De la Hidra a la Política: Concepto de Esclavitud

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05269 (06.08.2019 -  02.Segunda Era: De la Hidra a la Política
                                       Concepto de Humanidad)

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05326 (29.08.2019 - 04.Segunda Era: De la Hidra a la Política
                                      El nacer de la Historia Pública de la Humanidad)


     La Espiral se distribuye en Cauces, sendas sobre las que se van acomodando los hombres más allá del Quicio. La unión de Machos y Hembras, y su descendencia, cuando la unión se convierte en dominación del Macho, da lugar al Redil, el cual adquiere la denominación de unidad básica. La agrupación de varios Rediles es un Pueblo que entra en contacto con otros Pueblos, resultando del encuentro sometimientos de unos Rediles a otros. Del reconocimiento y verificación de existencias, luchas y dominio, se obtiene un resultado: disposición de los pueblos en los Cauces de la Espiral. Esta distribución implica manifestación de poder y de asentamiento, evidenciándose de lo dicho que son HUMANOS aquellos que poseen poder y tienen sentimientos humanos, y que son ESCLAVOS aquellos que han de servir al poder y tienen entendimiento animal. Ambas determinaciones se ajustan al contenido moral que las definen y justifican. La Esclavitud, por tanto, es una emanación directa de los trabajos que se realizan en el Santuario, ya que por una parte reconoce la superioridad de un pueblo sobre otro, en función de la posición que ocupa en los Cauces de la Espiral, y de otro modo verifica que la superior condición deviene de la mayor condición moral del Iluminado, convirtiendo de tal modo la Convicción Personal en una Verdad Absoluta, es decir, la moral refleja la bondad de la Imagen Divina en cuanto al Pueblo que la sigue, y muestra a los fieles, a su vez, el premio de la fidelidad, que consiste en disfrutar del poder que proporciona la situación en los cauces. En esto hallamos comprensible la complacencia de la Doble Moral como Norma del Santuario aplicada sobre el Altar. Y hallamos en esta cuestión una transformación en Ideas a partir de las descritas Pre.Ideas, donde se vencía la Carencia de Luz en Lobregura del Cado. El proceso es una evolución de la Idea y que  hasta ahora la hemos concebido por su inexistencia. Y esto es así porque lo era Idea Absoluta, que de otro modo no podía ser por el tono singular del Hombre Iluminado. Significa exactamente que el Hombre no existe en la Prehistoria, pues en tal periodo lo que acontece es una serie evolutiva que arranca en la pérdida del movimiento aleatorio y finiquita en el concepto de Política, donde la Idea se abre a las ideas, resquebrajándose así misma y permitiendo que el tradicional concepto de Hato sea ahora el de Sociedad. La Idea Absoluta lo era porque lo era la Imagen Divina, que contemplada por el Hombre en el Cado fue percibida por el Iluminado, transmitiéndose linealmente en una cadena de apreciación singular de la Verdad. No cabía admitir algo que quedase fuera de aquel peregrinaje que tiene su momento más sublime en el Quicio. Y ciertamente ha de ser así porque en la romería que sigue no vemos al Hombre sino al Movimiento Aleatorio que deja de ser, y que es conducido por una Idea que es única y llamamos Absoluta.       

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