07237-101.LIBROS: Blog de Paco, de Francisco Arroyo Martínez

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01778 (26.02.2014 - Al píe de la Sierra de Avicuerca, 

                                  de Francisco Arroyo Martínez

07233 (21.11.2022 - 11.Contribución a El Único y Su Propiedad 

                                      de Max Stirner: Individualidad)

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07241 (25.11.2022 - 01.Xixona entre dos épocas 

                                      o Nomenclátor de 1887, 

                                 de José Bernabé y Marisa Francés)

     Ha tenido acceso Cómodo Centón al BLOG DE PACO (cosasdepacodefuenterrobles.blogspot.com), un cuaderno de noticias y relatos centrados en el pueblo de Fuenterrobles. 

     PACO ARROYO es el autor de dicho cuaderno, un hombre maduro, impenitente amante de su tierra, que persevera en su ánimo de amor por los campos que le vieron nacer, irreductible, al que no se le puede ni someter ni conquistar, baluarte defensor de los usos y costumbres que, en cierto sentido, se pierden o mutan, admirador de la naturaleza y creyente en su firmeza. 

     En dicho BLOG se redactan, una media de tres veces al mes, datos e historia de Fuenterrobles, conversaciones con animales, fotografías de paisajes y dibujos, recuerdos de tiempos pasados, temores por el tiempo presente, todo dentro de una NARATIVA que describe e informa, fijando analogías dentro de una continuada reflexión, buscando el diálogo con el lector en cuanto una escritura subjetiva y sujeta al tiempo narrativo, donde la comunicación pretende ser informalmente simple y llena de sentimientos y emociones. 

      PACO ARROYO es un cronista que sobrepasará al tiempo y quedará en el espacio de aquello que ama, de cómo lo cuenta, de la desesperación que lo define entre lo pretérito y lo futuro, enmarcado en un presente que a duras penas entiende.  El terruño, la huerta, la campiña y el labrantío, los perseguidos animales, son su fuente de trabajo, los deudores de su esfuerzo, y, de alguna manera, los olvidados. 

      Se podría decir que el BLOG DE PACO es como sujetarse con una mano a lo decadente y con la otra a la esperanza, sin perder el significado de las cosas en sí mismo, y, aun siendo un cuaderno localista, es extensible al universo, como una verdad eterna que no muriendo, de postergación muere.

    Vale la pena leer a Paco Arroyo, es necesario leer a Paco Arroyo, es imprescindible para desparramarse en sus sentidos y captar lo que dice como algo expansivo.