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07260 (07.12.2022 - 15.Contribución a El Único y Su Propiedad
de Max Stirner
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07274 (15.12.2022 - 17.Contribución a El Único y Su Propiedad
de Max Stirner
02.Del pensar y del pensamiento)
En la Evolución de Las Ideas de Cómodo Centón se dice que pensar es el origen; podría suceder que más allá de este origen que es el Pensar, pudiese existir un origen que fuese el motor del Pensar, pero el Pensar no nos permite ir más allá de si mismo, por lo que debemos concluir que el PENSAR ES EL ORIGEN de toda idea. Ahora bien, nos dice Cómodo Centón como el pensar es malo porque demuestra que se carece de pensamiento, y añade que la Persona pierde mucho tiempo pensado lo que ya está pensado, de ahí que, en avanzar, tanto se tarde. Podemos asegurar que Pensar es echar, ¿qué echamos?, no lo sabemos, más, de un “pulso de luz” echamos “eso” que llamamos, sin saber qué es, una idea. Así, el PENSADOR es aquel que echa, esto es, echar algo que se tiene, una Idea, y echarlo sobre otro, que la recibe. Así es como resulta que la actividad del Pensador reside en adquirir una idea, que el propio Pensador puede transformar en Pensamiento, que, de seguido, ha de ser ofrecido, como alimento, a aquellos que la elaboran, bien como desarrollo de la idea o bien como desarrollo del pensamiento del Pensador. Es así como debemos de distinguir entre Idea y Pensamiento, entendiendo por lo primero como el hecho individual que, al ofrecerse como alimento, se hace en forma de Pensamiento. Lo importante no es la Idea en sí, que procede del pensar, sino el Pensamiento que produce la continuación de la idea que ha sido pensada. Dicho de otro modo, lo que incide en las personas, como grupo, es la deformación del pensar en pensamiento, siendo en esto que encontramos una deformación de futuro, otra de pasado, y una tercera de presente, generándose, de tal modo, la discordia entre personas.
Continúa Cómodo Centón a partir del pensamiento como resultante del pensar, que el PENSAR es vacío. Si entre dos puntos, hay otro punto, y entre los dos primeros y el intermedio, hay puntos, no hay vacío, y si no hay, no existe el vacío. La idea “no es” antes de serlo, pero “es” cuando ha sido, de manera que antes de serlo, por necesidad, no existe la idea.
Se ha dicho que no existe el vacío, que no existe la idea, pero, no obstante, ambos conceptos se han descrito, y si se han descrito es porque ambos existen. Eso sí, uno y otro, al describirlos, existen, aunque solo sea por el hecho material de haberlos descrito, a pesar de que no existen y en cuanto que no son materia o lo único que existe. Lo cierto es que ambos, vacío e idea, no existiendo, existen, porque han sido “pensados”, de manera que el “pensar” permite que exista cuanto no existe. A su vez, la Idea, que antes de serlo no existe, luego contiene un vacío que no existe, es lo que se extrae de lo que no existe o bien se extrae una variante de lo que ya existe como idea previa, pero la idea primigenia, que no existe, fluye de un vacío, que no existe, existiendo desde ese preciso instante que es el PENSAR, de forma que “el pensar” deja de ser un vacío. De lo anterior, sabemos que EL PENSAR “ES” porque se manifiesta, a pesar de que no sepamos qué es el pensar. Implica lo dicho que “el pensar”, una vez pensado, se deposita en un PENSAMIENTO, de modo que una vez se posee un “pensamiento”, se deja de “pensar”.
Así, en dejar de pensar cuando se adquiere un pensamiento, es en lo que consiste la SOCIEDAD HUMANA, donde la persona es un esclavo sometido al pensamiento de creencias y leyes; ya no es necesario pensar, basta con emanar el pensamiento. En este sentido, cuando un pensamiento contiene una máxima, esto es, un lema propagandístico y publicitario, y el pensamiento queda dominado por la máxima, que la Persona siente un interés por símbolo/signo y desinterés por el pensamiento. Dicho de otro modo, lo que es a favor de la Persona, forja el interés de la Persona, y al contrario, lo que es en contra, forja desinterés.
Sí el PENSAMIENTO es sagrado, causa opresión sobre la Persona. Si la Persona carece de pensamientos propios solo tiene pensamientos ajenos, incide en la sumisión de la Persona. Sí los pensamientos son libres, yo estoy dominado por ellos, no tengo sobre ellos ningún poder y soy su esclavo. Así, cuando desparezcan los pensamientos, los creyentes dejarán de existir.
Por contra, sí se piensa se crea un pensamiento y con el pensamiento se forja la verdad. Se entiende que PENSAR es ser libre, lo que equivale a decir que NO PENSAR conduce a la esclavitud. De tal forma, el pensamiento ha de ser propio, no puede dominar a la Persona, es la Persona quien ha de dominarlo, ya que la Persona no es un pensamiento, sino un mundo de pensamientos y de ellos está llena, lo que deviene en el hecho de que todo pensamiento es una opinión y, por lo mismo, los pensamientos pueden mutar al tiempo que la Persona ha de liberarse de los pensamientos. La conclusión es doble; la Persona es el creador, y el origen del pensar es la Persona
Todo lo anterior es comprensible sí acudimos al Falso Principio de Contradicción de Cómodo Centón; sí AYER dije “A” es porque “ayer” era “A” la verdad, ya que “yo” no miento nunca y, además, “ayer” era ayer, de modo que sí HOY digo “-A” es porque “hoy” es “-A” la verdad, ya que “yo” no miento nunca y, además, “hoy” es hoy, y en todo caso nada tiene que ver “ayer” con “hoy”, pues el asunto de “ayer” a “hoy” ha cambiado, las cosas cambian, y no es el mismo, aunque sea lo mismo.
En el párrafo anterior, vemos como el principio "nadie se vaya dos veces en el mismo río", es una falsedad, ya que solo atiende al hecho de que el agua de ayer no es el agua de hoy, en tanto el lecho del río sigue siendo el mismo, aunque sobre el mismo actue la erosión del agua, e ignora que un RÍO es la conjunción de lecho y agua, aún cuando el agua deje de fluir sobre el lecho, siendo, en este caso, que la erosión río es producto del viento, es decir, el río es una herida abierta sobre la planicie de la Tierra, que no cambia el concepto de la Tierra, esto es, no cambia la verdad, lo que implica que la VERDAD no cambia, sino que cambia porque muta la percepción de la persona en virtud del interés/desinterés de la persona.
Nos dice Stirner que la Persona siente un interés por la máxima y desinterés por el pensamiento, siendo cierto, añade Cómodo Centón, que lo que hace el Mago es reducir a una proposición/axioma una idea insertada en un pensamiento, idea indemostrable que se presenta como evidente y cuyo fin es lo sagrado, siendo el objetivo de lo sagrado, la esclavitud.
A la vista de lo anterior, NO EXISTE LA VIRTUD.
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