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El Alma es algo permanente que, en comunión con el cuerpo, fija una unidad cuyo conocimiento se adquiere a traves de la enseñanza. El método de aprendizaje tiene por objetivo la busqueda del qué y del por qué, de la adopción de los valores morales y, en esencia, de la Virtud, la cual se niega a ser el arte de capturar la voluntad y moral de otros seres humanos mediante el engaño y la falsa RETORICA, en la que el empleo de sofismas engañosos produce la transgresión misma de la Virtud. El argumento no debe dirigirse para justificar la imposibilidad del error, que efectivamente existe y va contra la Moral. Así pues la transmisión del Saber es un mandato divino que se expresa mediante la ENSEÑANZA, ya que es primero obedecer a lo Eterno. El Hombre posee el verdadero conocimiento, que lleva en su interior como depositario de un destino, de ahí que la Conciencia sea el mayor bien del Hombre y no se puede ir contra la convicción personal. Asegurar este principio es el esfuerzo que realiza la razón, de modo que si aumentamos el conocimiento de la Cosa, obraremos bien, siendo que es con la ignorancia que procedemos con maldad, y es de este modo que con la Razón tenemos la capacidad de distinguir entre el bien y el mal. Este sentido racionalista fija las virtudes particulares que todos los hombres atesoran, pero por encima de ellas una FORMA UNIVERSAL, la esencia de las cosas, dispone del Saber y la Ciencia como algo absoluto, intangible, inmutable y eterno, y aunque los hombres en sociedad se relacionen por medio de un mercado de valores, es la Conciencia del Hombre lo que actúa como un valor absoluto.
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