jueves, 14 de julio de 2011

00630-09.EL VIAJERO MADURO: 01.El Estrecho de Bolulla

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Por su nombre deberíamos de tratar del pueblo de BOLULLA pues al "estrecho" da nombre, y porque al punto de destino de este recorrido, llegan, los más esforzados, tomando la cabecera del "estrecho" hasta la poza en la cual concluye. Pero el Viajero Maduro no está para tales aventuras de cuerdas y mosquetones, de modo, y como es habitual, el Viajero Maduro toma caminos más acordes con su físico y su mente, se detiene, observa, fotografía, contempla y disfruta de vías más humanas y menos agresivas. Así que, y a la vista de lo anterior, para alcanzar el ESTRECHO DE BOLULLA toma otra vía el Viajero Maduro, cuyo inicio se encuentra en el Algar.

ALGAR significa gruta, cueva, caverna; es un pequeño valle, frondoso y productivo, situado entre las estribaciones de las sierras de Bernia y Almedia, al "este" y al "oeste", y al "norte" por la zona montañosa de los estrechos de "Sacos" y "Bolulla", abriéndose al mar por el "sur". Pertenece a CALLOSA DE ENSARRIA, "lugar hermoso de Sarriá", por el griego "Caloxa" y por haber pertenecido a los "Bernat de Sarriá" entre otros señores.

Nos encontramos ante un paseo de corto recorrido que suma unos 600 metros en línea recta, que se transita entre caminos, acequias, sendas y pistas. El Viajero Maduro precisa de un bastón, bañador y por calzado unas "cangrejeras"; se recomienda una cámara de fotos sub-acuática, y una botella conteniendo una cantidad de anís, que luego completara su volumen con agua de cualesquiera de las cascadas que surten el "estrecho".

Una vez el Viajero Maduro ha dejado su coche en cualquiera de los aparcamientos que hay en el ALGAR, debe presentarse ante el "Restaurante el Valle", mirando al "norte", viendo a su derecha una casa particular y un camino que entra, por el que circula una acequia. El camino, y la acequia, entra recto y curva hacía la izquierda, entre varias casas, para de inmediato terminarse el camino al tiempo que terminan las casas, cuando quiere girar a la derecha, y quedar la acequia, por la que sigue el Viajero Maduro, corriendo dicha acequia junto a un margen de piedras a su izquierda. Pronto llegamos a unos estructuras enormes de tubos de cemento, que alguien dejo abandonadas hace muchos años, seguimos..., y sin dejar la acequia llegamos a un bancal de esos que tienen una lona protectora para los frutos, y seguimos sobre la acequia hasta que la misma, entre una construcción y un árbol, sigue por su cuenta, pero el Viajero Maduro sube dos pasos y toma, a la izquierda y mirando al "norte", una "aparente senda" que corre al borde de un bancal, bajo cuyo margen sigue la acequia", que pronto se transforma en una "pista" que, al poco, inicia una "subida", estando ahora la acequia a la izquierda. La subida es corta y ligeramente pina hasta que traza un zigzag y alcanza una casa que el Viajero Maduro dejará a su izquierda, enlazando aquí con una "pista", que tomaremos hacia la derecha, esto es, hacia el "este"; dicha "pista" nos lleva hasta una "segunda casa", en la cual halla el Viajero Maduro una senda, a la derecha, que baja al río Bolulla, y otra senda que sube, girando hacia el "norte". Tomamos la dirección "norte" que sube aún más pina hasta que se interrumpe ya que se encuentra con otra acequia, la cual será ahora, hacia la derecha, el camino a seguir. Pronto a la acequia se une una barandilla a la derecha y una pared de roca a la izquierda; desde ahí podremos ver la "cascada" y al agua caer hasta la "poza de la cascada", hemos llegado a la "entrada" del ESTRECHO DE BOLULLA, el cual zigzageante y con unas seis pequeñas pozas, recorre una distancia de unos ciento cincuenta metros entre paredes que se elevan a los cuarenta metros. En el recorrido veremos diversos manantiales y una pequeña gruta a la izquierda entre pequeños rápidos de agua y rocas que nos plantean leves problemas de progresión, pero que no desmerece el esfuerzo que se realiza.

El agua, que parecerá estar fría, es solo una ilusión de los sentidos del Viajero Maduro, y transitar de poza en poza, aquí el bastón importa, mientras las fuerzas de su cuerpo se lo permitan al Viajero Maduro, hasta llegar a ese lugar del "estrecho" donde tendrá que pararse, para observándose así mismo, y ayudándose de la botella de anís y agua, concluir que si la "naturaleza es algo" ciertamente "lo es" porque el "hombre" puede contarlo.

El REGRESO puede hacerse por el mismo itinerario o bien hacerlo sobre el LECHO DEL RIO BOLULLA; en este último caso y desde la entrada al "estrecho" seguiremos por la acequia hasta enlazar con el camino que nos lleva hacía abajo, hasta la encrucijada de la "segunda casa", donde a la derecha sale el camino que hicimos en la ida, y a la izquierda baja la senda que nos lleva directamente sobre la "poza de la cascada". El lugar es un rincón con forma de circo, de pequeñas dimensiones, que se recoge entre las paredes donde concluye el estrecho y por las cae la cascada y la salida del río Bolulla. Una vez cumplido con el baño en la "poza de la cascada", continuamos el regreso tomando el lecho del río. El trazado sigue primero el lecho mismo, luego el margen izquierdo, hasta que nos vemos obligados a pasar al margen derecho y continuar por aquí hasta alcanzar la confluencia de río Bolulla con el río Algar. El recorrido es entre rocas y agua, rodeados de extensa vegetación, cañas y un desnivel de cincuenta metros sobre una distancia de doscientos cincuenta metros.

Véase los documentos 00210 y 00628 de este índice.

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