01017-51.TODAS LAS LEYES MIENTES: 01.Bankinter

Documento anterior  01008 - 00759

Documento posterior  01054

     Hace un par de días, y hallándose Cómodo Centón en una una oficina bancaria de BANKINTER, ha tenido lugar la siguiente escena...

     Un EMPLEADO de una EMPRESA portaba en su mano un DINERO de la EMPRESA, con el mandato, realizado por el JEFE DE LA EMPRESA, de ingresarlo en la CUENTA de la EMPRESA.

    Una vez en la ventanilla de Bankinter, la EMPLEADA BANCARIA le ha pedido una COMISIÓN de 2,00 euros como gastos por realizar el ingreso.

    El EMPLEADO DE LA EMPRESA ha dicho... ¡qué!, y extrañado, que no cabía en sí, le ha preguntado ¿por qué?, pregunta, por cierto, que también se hacía Cómodo Centón.

    Ha respondido la EMPLEADA BANCARIA porque realizaba un ingreso en una cuenta que no era suya. ¡Ah! ha pensado Cómodo Centón, que ya sabía lo de los 2,00 euros

    El EMPLEADO DE LA EMPRESA ha dicho que no era su cuenta, ni era su dinero, que estaba claro, sino que aquel dinero era de la "empresa" y que él hacía el ingreso por "orden" del jefe de la Empresa en la cuenta de la Empresa.

    La EMPLEADA BANCARIA ha insistido en su posición; el "empleado de la empresa" no es el titular de la cuenta, si quiere ingresar son dos euros..., mientras le medio miraba.

   El EMPLEADO DE LA EMPRESA, ¡no puede ser!, ha repetido que el dinero era de la empresa y que estaba haciendo un trabajo para su jefe, que era el Jefe de la Empresa, al tiempo que mueve sus brazos como poniéndolos en cruz...

   La EMPLEADA BANCARIA sigue medio mirando, Cómodo Centón señala una pancarta sobre el mostrador de caja, donde se decía lo de la comisión de 2,00 euros, entre tanto mirando la Empleada Bancaria fijamente al Empleado de la Empresa como diciendo que "aquello" no era cosa suya, y como diciendo que qué hacemos..., ¿hay o no hay ingreso?

    El EMPLEADO DE LA EMPRESA cede, deja los 2,00 euros sobre el mostrador de caja, se muestra derrotado, gira sobre sí mismo, busca algún otro argumento, pero está claro que no lo encuentra, mira al resto de los clientes como pidiendo ayuda, tal vez solicitando el inicio de una revolución..., más nada entendía..., estaba solo,  no percibía..., no comprendía...; ¡por cierto, Cómodo Centón tampoco!, y ha llamado, por teléfono, al Jefe de la Empresa..., ¡que cobran dos euros por hacer el ingreso!, ¿qué dices?, lo que digo, pero tú le has dicho que yo soy el titular de la cuenta y que el dinero es mío, y que tú eres mi empleado..., se lo he dicho todo, ¿y...?, que son dos  euros. 

    Insiste el JEFE DE LA EMPRESA..., réplica en su insistencia el EMPLEADO DE LA EMPRESA a su Jefe. Vale... tiene que hablar con la Empleada-Dos Bancaria, que conoce al Jefe de la Empresa; seguro que la Empleada-Dos Bancaria resuelve el problema y no paga los 2,00 euros, porque el jefe de la Empresa tiene allí la cuenta de la Empresa, y ESTO en una buena carta de presentación y vale mucho...

   Pensaba CÓMODO CENTÓN... ¡que te crees tú eso!, yo estuve 38 AÑOS en un banco y casi me llevan al Juzgado por 900,00 euros que prometí pagar en 45 días (véase documento 00579 de este índice).

    Cuando CÓMODO CENTÓN accede al mostrador de caja le dice a la EMPLEADA BANCARIA..., mira que cara de póker tiene la Empleada-Dos Bancaria, mientras el Empleado de la Empresa le explicaba y le ponía en contacto con el Jefe de la Empresa. Quien ha tomado esta decisión se encuentra sentado tranquilamente en su despacho...