01021-22.VERSOS DE EXISTENCIA Y DE VIDA: Conejo Blanco

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Un Hombre descansa mientras fuma su pipa,
en barbecho mirando al Conejo Blanco, a su pipa
indiferente, moverse inquieto, ávido buscando
en la oscuridad de su guarida el alma anclada
que tiene perdida.

No tienes alma, le dice el Hombre de la Pipa,
que el alma blanca te negaron, Conejo Blanco,
por no merecerla, Conejo Blanco que buscas
tu alma en esa guarida, de penas eternas,
que tienes perdida.

Busca si quieres, que otra cosa no haces,
entre los cachivaches en tu guarida, tira
de ti la materia vestida de formas diversas,
hazte hueco en tu guarida, no hallarás el alma
que tienes perdida

Mira el Conejo Blanco inconfiado, agazapado
en su guarida, mira al Hombre de la Pipa,
la cazoleta, en su mano izquierda, encendida,
vertiendo el humo hacía arriba, como alma
que tiene perdida.

¿En qué piensa el blanco Conejo Blanco
contemplando como piensa en la vida
el Hombre de la Pipa?. No existe la vida,
dice levitivo el Conejo Blanco con el alma
que tiene perdida

Es un suceso la vida suspendido del cono
futuro de una fuerza que niega la vida,
añade con cara entretenida ese pequeño
conejo, de alma fría, masa inexistente
que tiene perdida.

Ambos parecen un cuadro de pintura
gruesa y fina, ambos parecen vivir
en un cono pasado, los dos se miran
y mueven sus caras vencidas, de almas
que tienen perdidas.

¿De qué puede hablar un Conejo Blanco
con ese Hombre de la Pipa encendida?
Ellos conversan, es cierto, cada uno lleno
en su medida,  ambos portadores de almas
que tienen perdidas.