miércoles, 16 de mayo de 2012

01023-54.SOY EL DESCANSO DE MI MISMO: 01.Otras comprensiones

Documento anterior  00968
Documento posterior: 01940

      La Evolución de las Ideas del Hombre regresa a la PERCEPCIÓN. De este modo entramos en una visión de los fenómenos que le son si son perceptibles y verificables. Solo existen fenómenos, lo que consta en el tiempo y en el espacio, lo que es objeto de experiencia. Ante esto lo INTELIGIBLE retrocede, de modo que los "poderes superiores" son la lejana fase de una concepción primitiva de la condición humana, superado por un conocimiento basado en aquello que está más allá de la física, para concluir en la observación de los fenómenos, desde una formación científica del concepto hasta una formación científica de la ley que los rige; designándose por esto último el CAMINO DE LA CIENCIA como un sistema de ordenación y clasificación de hechos, sus relaciones y leyes. Las formas a priori por necesidad quedan relegadas por la REALIDAD de ver y tocar, lo que ha de hacerse por el Método Inductivo.

     Esto no evita que la Idea del Hombre se sujete a conceptos ya descritos como son la negación de la experimentación y la exaltación del Espíritu como síntesis de todas las síntesis, persistiendo como las leyes trascendentes a priori hacen posible la experiencia, mostrando como las diferentes formas o fenómenos tienden al saber absoluto. El proceso pasa desde la conciencia sensible hasta la conciencia individual como RAZÓN, y de ahí, a través de la historia, a la entrada del Espíritu en si mismo por la religión. El Espíritu llega a ser él mismo después de haberse manifestado en toda su verdad. En esta vía del conocimiento encontramos como el objeto inmediato de la experiencia es siempre representación, lo que conduce al mundo de las ideas, y deviene en las "apariencias". Se parte de las matemáticas, volviéndose hacia los datos inmediatos de la CONCIENCIA; su concepto es la intencionalidad. Se pueden intuir tres o cuatro objetos, no miles. El ESPÍRITU aprende el objeto o tan solo pone su mirada en el objeto, de modo que se puede aprender las cualidades sensibles, color y otros, y las esencias lógicas. Así la intuición de las ideas une ideas con realidad. Dicho de un modo más específico, la utilización de realidades y complejos reales necesarios, una operación matemática, se puede pensar de modo subjetivo, pero constituye un nexo esencial y objetivo que tiene su estructura; se entiende que se despeja lo accesorio y se concentra en la esencia como ideación valedera en sí misma que tiene el objeto, es decir, si el Hombre contempla lo absoluto, no contempla lo absoluto sino que contempla su propio pensar en lo absoluto.

     Frente a este Saber, que es apriorístico y racionalista, se contrapone lo plural y, esencialmente, dinámico de la REALIDAD, la cual solo es posible comprender por INDUCCIÓN. El Hombre se encuentra ante la EFICACIA PRÁCTICA de cualquier proposición para que sea verdad, y es de este modo que la utilidad, la finalidad y la acción determinan el valor de cualquier proposición para que se verdad. CONOCER, pues, es un sujeto a veces, en ocasiones un objeto, pero nunca la dualidad de éstos, de modo que la verdad del concepto es lo que pone al Hombre en contacto con la experiencia, siendo que sus efectos sea el propio concepto. De ahí resulta que la relatividad de lo conseguido sea un valor útil independiente de la idea de "bien".

    La REALIDAD se convierte en un elemento humano, cuya vida es esencial y central pero antimecánica, ya que para si los elementos físico-químicos están en la base de la vida, es un PRINCIPIO VITAL el organizador de todo cuanto existe e independiente del Alma y de la Materia. La Idea del Hombre se encuentra ante un IMPULSO VITAL donde nada es, todo se hace y viene a ser; es decir, todo "ser" es Impulso Vital, quedando establecido, de este modo, como la vida lo es por la misma vida; es decir, lo INDIVIDUAL. Dicho de otro modo: lo informe de la vida solo una vez formado puede devenir en un fenómeno que necesariamente ha de fluir. Deriva esto contra-razón, de tal manera que siendo el Alma lo auténtico, resulta el Espíritu, con su contenido racional, lo que propicia la ruina de la tierra, enemigo de la vida y eliminador de la naturaleza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario