miércoles, 25 de febrero de 2015

02192-181.MUNDO: 04.El futuro es el Sol: Ejecución del Acto Violento

DOCUMENTO ANTERIOR:
02101 (13.12.2014 - 01.El futuro es el Sol: La Tierra se debe al Sol)
02107 (17.12.2014 - 02.El futuro es el Sol: Estrella y Mundo )
02120 (28.12.2014 - 03.El futuro es el Sol: De la guerra a la economía)
02144 (17.01.2015 - anterior)

DOCUMENTO POSTERIOR:
02225 (28.03.2015)
02223 (24.03.2015)
02390 (16-07.2015)


     Si lo que prevalece es la ECONOMÍA, la GUERRA es asunto de mujeres. La "guerra" que se entabla dentro de una "economía" lo es patética, pues la lucha es subterránea, traicionera, cobarde. Se lucha al acecho, se acorrala a la víctima, se la mata, y tales acciones se realizan entre sillas y mesas, papel y lápiz, ordenadores e impresoras, donde la FUERZA FÍSICA no es necesaria, y es aquí dónde encontramos la existencia de la FUERZA PACIENTE, que precisa de poder, de dinero, y de superioridad de acción. Antes los elementos activos de una "guerra" eran hombres, tanto los que portaban espadas, como los que lanzaban flechas y jabalinas o cargaban cañones, hoy las "tropas" se han diversificado en "géneros", ya que si bien las unidades de combate siguen siendo masculinas, para lanzar un misil o atender una radio basta con un botón y una mano, y éstas acciones entre sillas y mesas, que requieren paciencia, son más acordes con el elemento femenino. De ahí que digamos que GUERRA DE LA ECONOMÍA es asunto femenino.

      Cómodo Centón, que vivió hace unos mil años, fue conde de un condado; en su condado Cómodo Centón ejercía el poder absoluto pues a su cargo estaba el poder legislativo, el ejecutivo y el judicial, de modo que toda acción de Cómodo estaba implícitamente refrendada por El Centón. No cabía el miedo en sí en cada acción de Cómodo, ni cabía el miedo a un castigo exterior, de modo que la "ausencia de miedo" portaba total libertad de acción sin consecuencias para El Centón. De igual modo acontece en la NATURALEZA, la cual provoca un terremoto, causa muertos y destrucción, y tal actividad de la Naturaleza es ejercida por ésta en la medida que no tiene miedo al castigo, ya que... ¿quién castiga a la Naturaleza?, ni acontece en el SOL, pues bien sabe el Sol que el día que explote y cause la destrucción de la vida tal como la entendemos, nadie vendrá a castigar al Sol por tamaña destrucción provocada por su acción.

     Es pues la ausencia de miedo y, en especial, la ausencia de miedo al castigo, lo que produce Violencia, de  lo que podemos expresar como la VIOLENCIA es igual a la fuerza real ejercida             menos la manifestación de la fuerza real ejercida; y como la fuerza real ejercida es inversamente proporcional a la manifestación de la fuerza real ejercida.

     Deviene lo anterior en la EJECUCIÓN DEL ACTO VIOLENTO como una ecuación donde la fuerza ejercida está en función de la publicidad de la fuerza ejercida. Así, si se realiza una fuerza intima que no deviene en manifestación pública, la fuerza no recibe la contraprestación de un castigo, de modo que la fuerza se ejerce libre y totalmente; dicha fuerza es totalmente satisfactoria y responde a la relación estímulo-estímulo. Pero si al ejercicio de una fuerza íntima le sigue una manifestación pública de la violencia ejercida, la fuerza se contrae, no se ejerce ni libre ni totalmente, responde a la relación estímulo-respuesta.

      Antes toda GUERRA respondía a un proceso continuado de estímulos, cuantos más muertos producía un soldado, más muertos debía de producir en el futuro; los estímulos se sucedían así mismos, y multiplicaban el proceso que reverdecía dentro de unas recompensas llamadas "medallas" y "ascensos". En sus memorias bien lo expresa el Marqués de Bradomin... "Yo siento también que el horror es bello, y amo la púrpura gloriosa de la sangre, y el saqueo de los pueblos, y a los viejos soldados crueles, y a los que violan doncellas, y a los que incendian mieses, y a cuantos hacen deshafueros al amparo del fuego militar".

      Sin embargo, tras la imposición de los derechos humanos, la publicidad de los mismos produce miedo en el autor de la violencia, lo que hace retraer la violencia masculina e incrementar la violencia femenina, de modo que la sutilidad de esta segunda, impide ver su existencia, generando la sensación de vivir en un mundo menos violento. Podemos decir, entonces, que la PUBLICIDAD de una FUERZA es lo que suma o resta el ejercicio de la fuerza, a lo que se añade como el CASTIGO resultante de la manifestación de la fuerza por su nivel publicidad. La "publicidad" actúa como contención de la "fuerza", de manera que sí una "fuerza" se hace pública, se castiga, lo que retrae su ejercicio.

     Por otra parte nos encontramos en el hecho de que la "fuerza ejercida o violencia" en la Sociedad Actual o Primer Mundo si se ejerce, sus resultados son menos importantes; una guerra hace cien años producía muertos, heridos que devenían en más muertos, y heridos mutilados, pero hoy los muertos en guerra son menores, pues los soldados van más protegidos y actúan desde una posición de escondidos, los heridos son curados en altas proporciones, y los resultados de mutilaciones disminuyen por la asistencia médica casi inmediata que existe. Quiere decir lo anterior, que si la publicidad sobre una guerra es mayor, el castigo sobre esa guerra es mayor, y la manifestación de la guerra se reduce ostensiblemente, de forma que otro tanto ocurre sobre los niveles de violencia interna en una Sociedad Actual, donde si un violento es ocultado en el interior de una cárcel, el ejercicio de la violencia disminuye.

    Sin embargo, todo lo mencionado hasta aquí no acontece ni en la Naturaleza ni en el Sol; ambos provocan reacciones contra-vida, es decir, violencia, que no se castiga en la medida que no existe publicidad de castigo o contra-medidas punibles. 

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