domingo, 1 de febrero de 2015

02164-29.CINE: Perdida

DOCUMENTO ANTERIOR:
02160 (28.01.2015 - La teoría del todo)

DOCUMENTO POSTERIOR:
02211 (14.03.2015)


    PERDIDA es una película de USA, año 2014 y de unos 140 minutos de duración, dirigida por David Fincher, guión de Gillian Flynn, música de Trent Reznor y Atticus Ross, fotografia de Jeff Cronenwet, montaje de Kirk Baxter, director de arte Sue Chan y Dawn Swiderski, sonido de Ren Klyce,  y que cuenta la HISTORIA de la desaparición de una mujer y su búsqueda.

     Lo primero que cuenta en la cinta es la NARRATIVA, basada en una novela de la propia guionista, que divide la trama en dos partes muy significativas como son la desaparición y la posterior aparición de la mujer. Dentro encontramos relaciones de espacio y de contenido, así como un cuadro de diversas secuencias en el refugio de la mujer desaparecida tanto en soledad como casa de un amigo. Fuera de esto la trama contiene dos subtramas que el marido mantiene con su hermana y con una policía. El GUIÓN se muestra, en general, fácil de predecir; apenas a los quince minutos de la cinta es fácil predecir el verdadero estado de la desaparecida, aunque se comporta con más complejidad en la escena del asesinato y, sobre todo, en la terminación de la película. El MONTAJE, conforme a esto, se realiza en la curva de contenidos pero no, necesariamente, en la cima de la misma, optando por longitudes de cadencia diferentes que cambia un ritmo rápido por otro más lento, así cuando el marido despacha a la amante y lo descubre su hermana. Narrativa y Montaje son un pequeño fiasco en el proceso de escondida de la desaparecida; ni las escenas de la estancia compartida con una pareja que termina con un robo, ni la permanencia de la desaparecida en casa de un amigo de la juventud son secuencias positivas, sino un enjambre de planos, en ocasiones inconexos, que solo videncia un robo, objetivo final de esta parte, y el argumentario para volver mediante la comisión de un asesinato. Engarza mejor el Montaje en el resto de las partes, la de la hermana y la de la policía, pero la Narrativa, sobre en la parte policial, deja mucho que desear, especialmente en la secuencia donde la desaparecida explica su regreso ante el FBI y la Policía Fracasada. Finalmente, la certeza de que nada se puede hacer, conduce a un final que es el principio de la cinta.

       Sin embargo la DIRECCIÓN es razonablemente buena, a lo que se suma una DIRECCIÓN DE ARTE que toma elementos fáciles de localizar en ambientes de nivel alto de dinero, espacios abiertos, impolutos muebles y un paisaje protagonizado por una amable naturaleza corrompida por el hombre. VESTUARIO, PELUQUERIA y MAQUILLAJE, exceptuando los cambios de Rosamund Pike, no tienen interés alguno, así como la FOTOGRAFIA que pasa inadvertida. El SONIDO, cuando lo es de ambiente, suele generar un exceso de ruido que no permite una clara captación de los protagonistas, destacando especialmente el contrapunto de la MÚSICA, variada y ajustada, interesante y cautivadora si se la escucha, que se integra y ensalza varios momentos de la narrativa, acompañando las sensaciones del espectador y creando momentos de interés que proporciona un visionado rápido a pesar de la duración del metraje.

    La trama está, en parte, concurrida por dos NARRADORES, el esposo que la inicia y termina, y la mujer que la llena de contenidos de acertijos, escenificándose de tal modo la relación matrimonial; la voz en off de ambos complementa la acción visual. BEN AFFLECK es uno de esos actores monocromático que suelen triunfar, y en esta película vuelve a mostrar su absoluta falta de registros tanto emocionales como visuales, de forma que mantiene en toda la cinta el mismo nivel de caracterización y con independencia de la escena. ROSAMUND PIKE es lo contrario, registra tres esencias en su interpretación, antes de desaparecer, perdida y aparecida, se presenta plena y desconcertante, hermosa y fría, calculadora y eficaz, y solo aparece vencida en la escena del robo, mientras que en la escena de la ducha alcanza la plenitud de su trabajo. El resto de los personajes están dominados por el guión y dirigidos ferréamente por el director, que los ajusta dentro de una coreografía que, en ocasiones, sabe a puro artificio dentro de un narrativa que falla en su montaje. CARRIE COON, la hermana, nada aporta, KIM DICKENS, la policia fracasada, quiere liberarse del Director pero no lo logra, mientras que el abogado y el amigo de la juventud son meros instrumentos narrativos poco creíbles.

    La CÁMARA es básicamente continuista, parece no existir, un picado y un contrapicado en una escalera, y poco más; planos medios, generales y de media figura resuelven ambientes y acción, con alguna panorámica, destacando el contrapicado sobre Rosamund Pike llena de sangre, así como el plano medio sobre la misma mientras se golpea con un almohadón. Finalmente la secuencia del interrogatorio es entre turbia y confusa, mal planificada y peor dirigida, así como extravagantemente montada, pero logra que el espectador se haga la pregunta... ¿y esto cómo acaba?

    El final de la cinta puede resultar desconcertante, pero lo es abierto en el sentido de que podría dar lugar a una segunda parte. Desde un punto de visto lógico es, como poco, irracional, poco creíble y nada respetuoso con los sentimientos que la película ha generado en el espectador, el cual podría confundir la expectativa de la justicia con lo justo del final. PERDIDA entretiene; recuerda a cualquier película de "serie b" que se puede ver entre cabezadas tras la comida o la cena, pero precisa atención para no perderse en su historia.




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