04394-82.POLÍTICA: De los periodistas serpientes

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                                       Huelga de repartidores de prensa)

      Cómodo Centón quería escribir, y empezó a hacerlo a los catorce años, y escribió algo que llamó "En el Jardín de Mostes"; unos días más tarde rompió aquel papel, y decidió no volver a escribir... por respeto a la escritura. SER UN ESCRITOR, se dio cuenta, era cosa seria y apenas al alcance de unos muy pocos. 

    Los años han afianzado en Cómodo Centón tal proposición de partida; Cómodo Centón no sabe escribir... no es un escritor; sin embargo el mundo está lleno de lerdos que se autodefinen como escritores. 

     Quiso estudiar, Cómodo Centón, periodismo porque, en su error, pensó que podría ser el camino para escribir, más en el tránsito de estudiar descubrió que para ser un periodista antes había que ser un lame culos, de ahí que abandonase los estudios de periodismo.

     Los PERIODISTAS VIVEN DE LA CARROÑA, si no hay carroña, no hay dinero, y es el dinero, buscado entre las heces y las miserias ajenas, lo que da dinero a los periodistas; no conocemos que un PERIODISTA del diario Primero, por ejemplo, haya puesto a la luz la corrupción de los dirigentes de dicho periodico, como no conocemos a un HUMORISTA que hable jocosamente de cómo su papa se follaba a su mama. 

     LOS PERIODISTAS NO BUSCAN LA VERDAD, ya que la verdad no da dinero; preguntan para lograr del preguntado aquella parte de lo dicho que puede ser tergiversado, manipulado, acomodado a la noticia, y si no hay noticia, la inventan, ocultando realidades y fuentes. Y son los negadores del pensar en el tiempo y de la crítica en el espacio.