04866-58.NOTAS PARA UN IMPOSIBLE MANIFIESTO ANARQUISTA: 09.Cuarta Pre.Era: Del Estado a los Hijos del Estado: La Ley nace como el elemento esencial del Estado

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04829 (26.12.2018 - 08.Cuarta Pre.Era

                                       Del Estado a los Hijos del Estado

                                  02.De la Fe al Reino)

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04887 (16.01.2019 - 10.Cuarta Pre.Era

                                      Del Estado a los Hijos del Estado
                                      La necesidad del Estado)

     Por otra parte, hasta este momento la posición del Hombre ha sido la de un sujeto individual que yéndose de si mismo se ha manifestado como tal por medio de la Religión; por la misma es por donde ha construido su primera estructura social y ha fijado las normas de comportamiento básicas en el Hato, es decir, la verdad y su materialización, determinando un espacio y ubicando un lugar de aprendizaje en el Templo. Lo que ahora se verifica como real es la determinación de la conciencia del Estado como sujeto individual que transciende al Pueblo, capaz de transformar la materialización de la verdad en uso y costumbre real. 

      La LEY nace como el elemento esencial del Estado, es su hijo más querido, el más propio, aquel que lo representa en toda su plenitud, porque la Ley es lo que el Estado quiere para sí, el sí mismo de su individualidad, la representación de su etérea existencia. El Estado que no respira ni se alimenta ni bebe, se define por un carácter intangible, indefinido, sutil y sublime, necesita, para mostrarse como existencia, de una representación que lo materialice, tal es la Ley. Y de igual modo que la verdad representa lo religioso, la norma de comportamiento del Hombre representa lo estatal. Es en este momento cuando a los Avanzados Históricos se le significa como evidente que son portadores de un poder, que si bien en su origen es un mandato de la Imagen Divina, queda ahora evidenciado como una realidad social. En este punto es preciso diferenciar que la Religión está actuando sobre la vía de lo individual, mientras que el Estado lo hace sobre la vía social. Así pues, cuando los Avanzados Históricos contemplan la posesión de poder, entienden de inmediato que la misma idea de comprensión del poder lo es solo sino se materializa, y que no basta con la aleatoria orden de mandarlos a recoger al Pueblo en un Hato, sino que la anudación firme del lazo que cierra el Hato solo es posible con una orden perenne de actuación, es decir, transformar la orden instintiva en una norma, esto es, en una Ley que se ve, que se palpa, que prohíbe y castiga, que existe y demuestra, al mismo tiempo, que el Estado existe, aunque el Estado ni respire, ni coma ni beba. Esta materialización que transforma el uso y la costumbre generadas por la verdad, es decir, Religión, es la Ley, y el trabajo de dicha materialización es el específico del Estado y de su capacidad de gobierno.