sábado, 16 de febrero de 2019

04976-08.TEATRO: Fedra

DOCUMENTO ANTERIOR
04130 (26.01.2018 - Cuzco)

DOCUMENTO POSTERIOR
06585 (18.09.2021 - Medea)


     FEDRA tiene una duración de 95 minutos, escrita por Paco Becerra, dirigida por Luis Luque, escenografía de Mónica Boromello, música de Mariano Marín, iluminación de Juan Gómez-Cornejo, vídeo-escena de Bruno Praena, vestuario de Almudena Rodríguez Huertas, diseño de David Sueiro, y fotografía de Sergio Parra, interpretada por Lolita Flores (Fedra), Críspulo Cabezas (Hipólito), Juan Fernández (Teseo), Tina Saínz (Enone) y Michel Tejerina (Acamonte)

     Cuenta la historia de la corrupción y traición de Fedra como resultado de un despecho de amor; Hipólito rechaza a Fedra, y ésta, con el consejo de Enone, denuncia a Hipólito, por violación, ante Teseo quién mata a su hijo, para de seguido confesar Fedra su delito ante el rey Teseo, y posteriormente mostrar su arrepentimiento ante el cadáver de Hipólito.

     El final de la obra es falso; no existe el arrepentimiento de Fedra, ésta acusa a Hipólito de violación y luego se suicida, Teseo ordena la muerte de Hipólito, pero el aviso de Artemisa a Teseo del engaño fraguado por la ignominia de Fedra llega tarde

     Aceptamos que el autor, PACO BECERRA, haya mutado el sentido clásico de la trama, está en su derecho, pero con tal decisión manipula al espectador manipulando al personaje de Fedra, convirtiendo una VIOLENCIA DE GÉNERO FEMENINA sobre el Hombre en una DISCULPA FEMINISTA MODERNA tan de modo en éste siglo XXI; aceptamos la mutación de la trama pero no es de recibo mutar a una delincuente en una casi-heroína. 

     Lo cierto es que tras deshacerse de Antiope,  madre de Hipólito y esposa de Teseo, Fedra se casa con Teseo, al que le da dos hijos, Acamonte y Decamonte, para posteriormente  ACOSAR a Hipólito, hijo de Teseo y Antiope, al que se quiere llevar a la cama con la intención de ponerle los cuernos a su esposo Teseo, quién previamente ya le ha puesto los cuernos a su esposa Fedra, de modo que será Hipólito la víctima de un acoso sexual femenino y de la ira de su padre.

     La obra que hemos visto es de calidad notable y recomendable su visionado, siempre que el espectador no se deje manipular por la corrupción del autor, consistente en que lo que subyace es una violencia de género de la mujer sobre el hombre. 

     El GUIÓN es claro y preciso, se sustenta básicamente en una continuidad de monólogos, donde los personajes se muestras estáticos, arropados por leves momentos de diálogos, lo que da poder a los distintos personajes, salvo a Acamonte. El LENGUAJE es actual, no contiene artificios retóricos, es plenamente comprensible y desarrolla un RITMO ágil y sutil, sustentado por un aparejo VISUAL/LUMÍNICO y MUSICAL de una alta calidad expositiva, bien resuelto, con tonos cortos, rápidos y potentes, que imprimen velocidad al corazón del espectador y mantienen una TRAMA perfectamente organizada, de forma que la DURACIÓN de la obra apenas es percibida por el espectador.

      Contribuye a lo anterior la ESCENOGRAFÍA basada en un sistema de decorado permanente formado por una cueva, que parece la entrada a una vagina, en el centro del escenario, y un cajón a la derecha que hace las veces de catre, donde aparentemente se enredan Hipólito y Fedra, y de podio desde donde Teseo increpa a su hijo, y todo envuelto en un plano irrealista. Se complementa la puesta en escena con un VESTUARIO de tipo imperial de mediados del siglo XIX, que destaca los colores blanco/oro de los vestidos de Fedra en contraposición con los azules de Teseo e Hipólito, añadiendo a éste ultimo unas tonalidades pardas, como de hombre de campo, diferenciándose el color oscuro de Acamonte y una extraña mezcla a Guerra de Las Galaxias con Enone, contrastando el conjunto con las referencias visuales de fondo del escenario que aporta vídeos y fotografías con una amplia gama de colores. Como UTILLAJE solo aparece una especie de vara con la que Hipólito castiga a Fedra
     
     Con todo el descrito montaje La DIRECCIÓN mantiene mano dura sobre el conjunto y los actores, a los cuales ha conducido bien. Los ACTORES han quedado sometidos al desnudo del escenario, estando obligados a cubrir, con su sola presencia, los amplios huecos espaciados sobre las tablas, creando una red fría de relaciones entre ellos y que han resuelto holgadamente, sin apenas mímica y con una vocalización perfecta, contribuyendo todos al bien quehacer del desarrollo de la obra.

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