lunes, 1 de noviembre de 2010

00343-2.DE LAS FIESTAS: Primero de noviembre

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El PRIMERO DE NOVIEMBRE es un punto medio aproximado entre el equinoccio de setiembre y el solsticio en diciembre. Se caracteriza por reunir en sí mismo diversas particularidades históricas. Las cosechas plantadas en primavera ya han sido recogidas, se han efectuado los pagos y se han celebrado las fiestas. En el mundo CELTA comienza a contar el nuevo año, es en la estación oscura que da lugar al invierno. Para los Celtas la línea entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos se estrechaba en esta época del año y permitía el acceso de los muertos a los vivos, de modo que el significado de "halloween" es fin del verano, noche en la que los muertos visitan a los vivos. Los ROMANOS celebraban, también, el fin de la recogida de las cosechas en honor de Pomona, que era una divinidad rural, de origen ETRUSCO, protectora de frutos y flores, que marcaba los ciclos de envejecimiento y rejuvenecimiento. Pero surge una línea en discordia, los CRISTIANOS, aquí, como en otras cuestiones, para obligar a las gentes a tomar una posición a favor o en contra del cristianismo, deciden primero dar un entendimiento más espiritual a la fiesta y, posteriormente, trasladar la fiesta de los difuntos durante el siglo IX, desde el trece de mayo al uno de noviembre, con el nombre de Todos los Santos, quedando el dos de noviembre como de Todos los Fieles Difuntos.

Sabemos quiénes son Difuntos Santos con solo acudir a los títulos otorgados por la Iglesia Católica, de modo que a estos corresponde el uno de noviembre. Pero no existe en la Iglesia Católica un listado de Difuntos Fieles, por lo que no sabemos que difuntos celebran su día el dos de noviembre. Y lo más importante, qué pasa con los difuntos que ni son santos ni son fieles sino simples difuntos, ¿cuándo celebran su día?

Como los imperios nacen, se reproducen y mueren, nos encontramos en la actualidad con el IMPERIO USA, donde las celebraciones anteriores llegan a aquel territorio como Noche de Las Brujas, expandiéndose, desde aquí al resto del mundo, en su actual versión de disfrazarse de muerto para correrse una juerga, consistente en que el muerto no hace ninguna maldad (truco) al vivo, siempre que el vivo compre (trato) la maldad del muerto. Así, que ya no brujas, sino Noche de Muertos.

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