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Ver documento posterior 00371 y 000380
Después del primer tráfico de influencias en la Caverna hace varios miles de años, después de las conversaciones de Bruto con sus amigos republicanos, después de que Felipe II conociera los manejos de la Princesa de Éboli, después de de Mata-Hari, después de los Papeles del Pentágono, y después de los trapicheos de Nixon, sin olvidar los cuernos de Clinton a Hilari, los CABLES DE WIKILEAKS son un chiste que pronto pasará de moda, dice Cómodo Centón siguiendo los Principios de Rodríguez El Mentiroso (véase Documento 00331), quién escenificó en Ponferrada la "Teoría del Olvido Reiterado".
Lo único secreto que hay en la vida es la muerte dice Cómodo Centón, y por mucho que de mí sepan los Servicios Secretos, aún sé yo más de mí mismo, de ahí que para que los Servicios Secretos sean efectivos solo hace falta que los Servicios Secretos actúen con el absoluto desconocimiento de la existencia del papel y del lápiz. ¡Pero claro!, hasta los espías tienen su corazoncito y su ego de reconocimiento público.
Wikileaks se va a quedar en un simple brindis al sol.
Si aplicamos la TEORÍA POSICIONAL de Cómodo Centón (véase Documento 00353 y 00354) veremos como la consecuencia inmediata de los países situados en los primeros niveles va a ser la de una defensa del Núcleo a través de una defensa de su propio Sistema de Servicios Secretos, que responde a la siguiente idea "el que esté libre de pecado que tire la primera piedra". Así, el Principio Normativo de todo Servicio Secreto es la defensa del Estado, y, por lo mismo, de la seguridad interna de un país; a este efecto los Presupuestos Generales de un Estado dedica una parte de su dinero a efectivo no justificable en su aplicación. Por lo tanto con Inglaterra a la cabeza, todos los presidentes de los países de los primeros niveles, aunque sean objeto de comentarios más o menos afortunados, va a recibir de sus respectivos Servicios Secretos dos recomendaciones básicas: PRIMERA: que esas calificaciones están hechas en informes de espías, y que dichos informes solo son la opinión del espía, de modo que no comprometen al Servicio Secreto ni mucho menos al Estado al que pertenece el espía. SEGUNDA: que "nosotros, señor Presidente" también tenemos un Servicio Secreto y espías que emiten informes en el mismo sentido y orientación del párrafo anterior
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