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El Eterno está fuera del espacio y del tiempo, no es materia, pero "es". Éste ser y estar determina la existencia del Eterno, difiere la Idea Suprema de la Idea Humana, y fija el concepto de PENSAMIENTO PURO, de lo que se entiende que los Sentidos no son puros. Es así como para conocer la realidad es necesaria la Razón, directamente enlazada con el Espíritu, de donde todo procede, siendo necesaria la experiencia sensible pero dominada por la razón. En este sentido el Espíritu Humano es puro pensamiento, adquiere las ideas, y, por lo mismo, conocimiento, una parte del cual no es apreciada por los Sentidos. La Idea del Hombre es que solo con el PENSAR se logra acceder al conocimiento, tanto de las sombras que vemos como de la realidad de la que se esconde, es decir, tanto del mundo humano como del divino. Sin duda alguna la VERDAD tiene que ser pensada, ya que detrás del mundo de los sentidos hay una realidad con las imágenes que sirve de modelo, sucediendo que cuanto consta en los Sentidos no permanece, ya que en el mundo humano todo fluye pero no cambia en el mundo divino. Esta elevación de la Razón viene confirmada por el mundo de los NUMEROS, y expresa la distinción entre los Sentidos y la Razón. El Hombre se disecciona así mismo siguiendo los viejos relatos del Origen de la Cosa, estableciendo, en virtud de la Razón, dos partes que o conforman. Un cuerpo que fluye, donde moran los Sentidos, y un Alma inmortal, casa de la Razón. Existe el Alma porque la Razón asi lo declara con objeto de establecer al Hombre en un plano intermedio entre lo Eterno y lo Caduco; esta SOBERBIA de la Razón, sin embargo, no explica el Origen de la Cosa. Sencillamente el Alma, que ya existe antes de entrar en el Cuerpo, entra efectivamente en el Cuerpo, donde olvida las Ideas Perfectas e inicia el proceso de las ideas para recuperar el estado perdido. Lo que está haciendo el Hombre con este entramado de alma-cuerpo es inventar un nuevo Relato Mítico sobre el Origen de la Cosa, solo que lo que antes se justificaba como una mera emanación desconocida de lo Eterno sobre el Hombre, es ahora una relación estructurada entre la percepción y la inteligencia, a la que, con manifiesta soberbia, el Hombre llama CIENCIA, es decir, Saber, Conocimiento, Entendimiento. La liberación del Hombre por la razón y el desprecio por el Cuerpo es, tan solo, una variante de la vieja Idea que determinaba como los dioses y los hombres pasan de un cuerpo a otro en un eterno devenir por fundirse en lo Eterno, mientras que la Evolución de Las Ideas establece ahora como lo que realmente tiene lugar es la transición del Alma de un cuerpo a otro cuerpo, sin especificar que el proceso sea o no indefinido, lo que no tiene mayor importancia ya que lo que vemos en la Naturaleza es, tan solo, el reflejo de algo superior, y nada hay en la Naturaleza que no dimane de la Idea. Conforme a esto, el Hombre determina como la realidad es la razón, y en este sentido reinvierte la MEDIDA de todas las cosas, pasando del Hombre al Eterno, y concluyendo que si el Eterno es la verdad, el Estado ha de ser gobernado por el HOMBRE DE SABER.
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