sábado, 7 de mayo de 2011

00556-21.CINE: 01.No tengas miedo

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Es una película española del año 2011, de 1,30 horas de duración, siendo el género el drama. Cuenta el proceso de superación de los abusos de un padre (Luis Homar) sobre su hija (Michelle Jenner) a la que ama y quiere poseer, ante la indiferencia de la madre (Belén Rueda), totalmente centrada en su vida personal. En esencia se cuenta la existencia de la hija entre el exceso del padre y el defecto de la madre en cuanto a los conceptos de cariño y protección.

NO TENGAS MIEDO es una película bien definida por la DIRECCIÓN de Moncho Armendáriz, centrada en el tema que la ocupa, respetuosa, ligeramente inquietante, atrayente, sólidamente construida entre la percepción de un mundo interior, roto y sangrante, y un mundo exterior, entre indiferente y ausente. Lo más interesante es su PROCESO NARRATIVO, ya que selecciona los elementos necesarios y suficientes que permiten seguir la historia pero que obligan al "espectador" a añadir aquellas fases que explícitamente no constan en el metraje; cabe señalar, como ejemplo, las transiciones del personaje de la "madre de Silvia", la cual aparece en un grupo de secuencias familiares con su esposo e hija, tras un salto narrativo, desaparece de las secuencias familiares entre el padre y Silvia, para reaparecer, tras un nuevo salto narrativo, en el hospital en compañía de su nuevo esposo, de modo que es el "espectador" quién tiene que descubrir que ese matrimonio se rompe y que Silvia queda al cuidado de su padre y abandonada por su madre.

El funcionamiento de la película requiere de tres ESTRUCTURAS básicas. Una parte reflejada por la vital importancia de la vida cotidiana de sus personajes dentro de una ciudad quieta y sosegada. Una segunda parte inmersa en los testimonios de unas víctimas, al modo documental. Y una tercera parte centrada en el sujeto principal de la trama, Silvia. El MONTAJE de Fernando Franco enlaza de manera natural las tres realidades que forman la película, no hay roturas de continuidad, la cadencia es, en general, larga, lo que propicia escenas entre sentimentales y tristes, donde los primeros planos corresponden al sujeto pasivo, siendo de destacar aquí un plano medio de la figura de "Silvia joven" recostada mientras al fondo se observa la mano quieta de su padre, teniendo lugar una violación que se percibe en el espectador pero que no consta en pantalla. El punto de mira de la CÁMARA es, en esencia, horizontal, relacionando espacio y contenidos en ambientes idénticos y repetidos, así la vivienda familiar y las calles de la ciudad, y en especial los planos referidos a la parte posterior de un sofá que hay frente a una ventana empapada en lluvia y donde se oculta la protagonista. Por otra parte constan varios traveling laterales en la calle, alguno de ellos de aproximación a detalles del personaje de Silvia, donde predomina la sensación de aislamiento, así como una panorámica dentro de un autobús urbano que denota cierta distancia respecto al personaje de Silvia y una imposición del elemento social que sucede fuera del autobús.

El SONIDO directo de Carlos Bonmati llena la película, llegando a molestar las breves interrupciones del violonchelo y piano, y permite que el silencio y sus pausas sean suficientes. MICHELLE JENNER, LUIS HOMAR y BELEN RUEDA casi magníficos, la niña Irene Cervantes buena en la escena de la primera violación donde el padre dice "no tengas miedo, princesa" , el acompañamiento de Nuria Gago notable. En general meritoria DIRECCIÓN ARTÍSTICA de Julio Torrecilla. En cuanto a la FOTOGRAFÍA de Alex Catalán está llena de puertas que permiten visualizar dos sucesos en un mismo fotograma, así lo vemos cuando "Silvia adulta" se niega a ver a su padre, a la izquierda de la pantalla en plano de tres cuartos, mientras que a la derecha, con igual planimetría, vemos a la "doctora" negándole la entrada al padre de Silvia, resolviéndose la secuencia cuando la "doctora" cierra la puerta que separa ambas estancias del hospital. Luces y contraluces llenan los rostros de los personajes, zonas a oscuras y pequeñas corrientes de luz que cruzan las puertas, llenan los pasillos sombrios de una casa de sufrimiento, con colores azules casi grises, blancos en ocasiones, y negros.

Es una película de obligada visualización ya que aglutina historia, narración y diálogos con una interpretación general muy buena, así como un uso de los elementos e instrumentos técnicos muy interesantes.

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